El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer desde la Casa Blanca que fuerzas militares estadounidenses hundieron en aguas internacionales del Caribe una embarcación procedente de Venezuela, presuntamente operada por el grupo criminal Tren de Aragua y cargada con drogas.
“Acabamos de disparar a un barco que transportaba drogas. Sucedió hace sólo unos momentos. Tenemos muchas drogas entrando a nuestro país desde hace mucho tiempo, y estas vinieron desde Venezuela. Están viniendo muy fuertemente desde Venezuela. Muchas cosas están viniendo de Venezuela. Lo hemos eliminado”, declaró Trump ante la prensa reunida en el Despacho Oval.
Poco después, el secretario de Estado, Marco Rubio, confirmó la acción a través de su cuenta en la red social X y subrayó que el objetivo de la operación era una estructura previamente clasificada como una amenaza por las autoridades estadounidenses.
En esa línea, Trump señaló que el Tren de Aragua está designado oficialmente como una organización terrorista extranjera, “que opera bajo el control de Nicolás Maduro y es responsable de asesinatos masivos, narcotráfico, trata de personas y actos de violencia y terror en Estados Unidos y en todo el hemisferio occidental”.
Según el mandatario, el incidente tuvo lugar en aguas internacionales cuando los integrantes del grupo transportaban narcóticos con destino a Estados Unidos. “El ataque resultó en la muerte de 11 terroristas. Ninguna fuerza estadounidense fue herida en esta operación”, precisó Trump.
El líder republicano cerró su mensaje con una advertencia: “Que esto sirva de aviso a cualquiera que siquiera piense en traer drogas a Estados Unidos de América. ¡Cuidado!”.
El anuncio del operativo se da en un contexto de creciente tensión entre Washington y Caracas. La administración Trump ha acusado repetidamente al gobierno de Maduro de liderar una red internacional de narcotráfico, y el mes pasado desplegó buques de guerra en el Caribe.
Aunque por el momento no se han anunciado planes de invasión, las autoridades venezolanas han advertido que acciones como la anunciada podrían ser interpretadas como actos de agresión, lo que eleva el riesgo de una escalada militar en la región.