El hombre acusado de apuñalar al escritor británico de origen indio Salman Rushdie, un joven estadounidense de origen libanés, se declaró anoche «no culpable» de «intento de asesinato» ante un juzgado del estado de Nueva York, mientras el escritor mostraba algunas señales de mejoría en el hospital donde se encuentra ingresado en estado grave.
Hadi Matar, de 24 años, acusado de «intento de asesinato y agresión», compareció anoche con uniforme de preso a rayas blancas y negras, esposado y con mascarilla ante un juzgado de Chautauqua y no dijo ni una palabra.
Rushdie, de 75 años, fue sentenciado a muerte en 1989 por el entonces guía supremo de Irán, el ayatolá Ruhollah Jomeini, quien dictó un decreto religioso (fetua) que ordenaba a los musulmanes matarlo tras la publicación del libro «Los versos satánicos», que consideró blasfemo.
El viernes, el escritor recibió una decena de puñaladas en un centro cultural de Chautauqua, en el norte del estado de Nueva York, donde debía dar una conferencia.
El ataque contra Rushdie desató indignación internacional, aunque fue aplaudido por islamistas de línea dura en Irán y Pakistán.
Los fiscales estiman que el ataque, en el que Rushdie recibió una decena de puñaladas en el cuello y el abdomen, fue premeditado.
El sospechoso, quien vive en Nueva Jersey, se declaró «no culpable» por medio de su abogado y comparecerá de nuevo el 19 de agosto.
Las autoridades y las personas cercanas a Rushdie guardaron silencio ayer sobre el estado de salud del británico naturalizado estadounidense, hospitalizado el viernes con respiración asistida en Erie, Pensilvania.
Sin embargo, su agente Andrew Wylie, quien anunció el viernes al New York Times que los nervios de uno de los brazos de Rushdie resultaron severamente lesionados, su hígado fue afectado y «probablemente perderá un ojo», confió al mismo medio que su cliente volvió a hablar el sábado por la noche, sin dar más detalles.
El presidente Joe Biden condenó en un comunicado el «feroz ataque» contra el escritor, a quien elogió por su «negativa a ser intimidado o silenciado».
Rushdie se trasladó a Nueva York a comienzos de la década de 2000 y obtuvo la ciudadanía estadounidense en 2016. Pese a la continua amenaza contra su vida, era visto en público y a menudo sin custodia aparente.
En una entrevista con la revista alemana Stern pocas semanas antes del ataque, Rushdie habló de cómo, después de tantos años viviendo con la amenaza de la fetua, su vida había vuelto en gran medida a la normalidad desde su mudanza a Estados Unidos.
«Los versos satánicos» y su autor siguen suscitando rechazo en Irán. En el principal mercado de libros de Teherán, ante una consulta de AFP este sábado, nadie se atrevió a condenar abiertamente el apuñalamiento.
«Me alegró mucho escuchar la noticia», dijo Mehrab Bigdeli, un hombre de unos 50 años que estudia para convertirse en clérigo musulmán.
En otras partes las reacciones fueron de indignación y se multiplicaron las expresiones de solidaridad con el escritor.
El primer ministro israelí, Yair Lapid, condenó el ataque y lo describió como «el resultado de décadas de incitación encabezada por el régimen extremista de Teherán».
«Las puñaladas que han cercenado la carne de Salman Rushdie han golpeado a un hombre libre. Decidió luchar contra el fanatismo islámico no con proclamas o libelos, sino eligiendo vivir un amor fanático por la vida y la libertad», escribió en una tribuna en el diario español El País el periodista italiano Roberto Saviano, amenazado de muerte por la Camorra.
En tanto, la policía británica investiga una presunta amenaza de muerte contra la autora de la saga Harry Potter, J.K. Rowling, tras un tuit de apoyo a Shalman Rushdie tras el ataque, informó una portavoz policial de Escocia, donde vive la escritora, reportó la agencia AFP.
Rowling reaccionó a la noticia de la agresión de Rushdie en Twitter deseando que se mejorase y diciendo estar «harta» de la situación.
Un usuario, que se define en su perfil de la red social como un estudiante y militante político de Karachi, en Pakistán, respondió: «No te preocupes, eres la próxima».
El mensaje fue eliminado, pero Rowling publicó una captura de pantalla interpelando a Twitter ante posibles violaciones de sus reglas.
«Recibimos información sobre una amenaza en línea y nuestros agentes están investigando», afirmó una portavoz de la policía de Escocia.