La invasión rusa a Ucrania aumentó el gasto militar en todo el continente europeo a un nivel sin comparación desde la Guerra Fría, pese a la espiral inflacionaria y los costes asociados a la crisis energética. Los planes para elevar la inversión —que en gran parte de Europa comenzaron en 2014, tras el inicio de las hostilidades entre Rusia y Ucrania— se aceleraron y extendieron por todo el continente desde que el Kremlin lanzó su ataque a gran escala en casi una decena de regiones ucranias, en febrero de 2022.
Así, el gasto militar se elevó el año pasado un 3,6% en el viejo continente (sin contar a Rusia ni Ucrania), según los datos que publicó ayer el Instituto Internacio-nal de Investigaciones para la Paz de Estocolmo (Sipri). Este aumento eleva la inversión en el continente al nivel más alto desde finales de los años ochenta.
En total, los países europeos dedicaron a defensa más de 350.000 millones de euros (una cifra equiparable al PIB de Irán o Pakistán). “Resulta razonable pensar que el gasto militar seguirá aumentando en los próximos años”, indicó Diego Lopes, investigador del Sipri.
El incremento en Europa viene impulsado por gobiernos como los de Finlandia (36%), Países Bajos (13%) o Bélgica (12%). En términos nominales, todos los países de Eu-ropa —salvo Bosnia-Herzegovina y la neutral Austria— elevaron el presupuesto de defensa el año pasado. Aun así, algunos como Rumania, República Checa y Letonia, que aumentaron su gasto absoluto en más de un 10%, en términos reales (es decir, descontado el efecto de la inflación) reflejaron una contracción al alcanzar también los niveles de subidas de precios más altos de las últimas décadas.
Las cifras del año pasado reflejan un notable repunte en muchos países, pero también representan un paso más en una tendencia que se inició en 2014, tras la anexión rusa de la península ucrania de Crimea y el inicio de los combates en la región oriental de Donbás.
En los últimos 10 años, el gasto creció conjuntamente un 30%, una subida menos pronunciada en los países más occidentales que en los más próximos a Rusia, que reaccionaron con más contundencia a la sacudida geopolítica de hace nueve años. Algunos de los incrementos más destacados han sido los de Lituania (353%), Letonia (186%), Hungría (148%), Rumania (124%) o Eslovaquia (109%). En todo el continente, no hay ni un solo país que invirtiera más en 2013 que el año pasado.