El golpe en Bolivia podría haber sido un autogolpe. La idea se apoya en una certeza y algunas interpretaciones posteriores al acto de sedición. La única evidencia, hasta ahora, son las declaraciones del general Juan José Zúñiga, comandante del ejército. Camino a su detención, explicó sin titubear ante un grupo de periodistas: “El presidente me dijo: la situación está muy jodida, muy crítica. Es necesario preparar algo para levantar mi popularidad. ‘¿Sacamos los blindados?’ -le habría preguntado a Luis Arce Catacora y éste le respondió- ‘Sacá’”.
Juan Ramón Quintana, ex ministro de la Presidencia de Evo Morales, adhirió a la misma hipótesis: “Esto es una gran puesta en escena”, dijo. El histórico líder del MAS ya había expresado que se estaba “preparando un autogolpe”.
El intento sedicioso del miércoles se extendió durante unas tres horas y no recibió apoyo de la mayoría de las unidades militares del país. “Es el escenario de un golpe aparente, yo diría más una puesta en escena que un golpe”, dijo Quintana. “Primero creemos que la democracia debe precautelarse ante cualquier cosa, pero lo que ha pasado es un show burlesco. Exigimos una investigación, aclaraciones de parte del Gobierno nacional y le exigimos que dé respuestas a las crisis ya no queremos shows ni montajes”, enfatizó.
En tanto, las autoridades de Bolivia confirmaron en las últimas horas que ya son al menos 17 los detenidos por el intento de golpe de Estado de la víspera, entre ellos Juan José Zúñiga -quien encabezó el alzamiento en la plaza- y Juan Arnez Salvador, ex comandante de la Marina, además de algunos civiles como Aníbal Aguilar, un ex viceministro de la década de 1980 que coordinaba el programa de erradicación de narcocultivos. La cifra la dio a conocer el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, y agregó que aún hay una búsqueda activa sobre otros tres militares en servicio pasivo.
Por su parte, la ONU abogó ayer por una investigación “exhaustiva e imparcial” en torno a la intentona golpista de Bolivia y pidió “juicios justo” para los detenidos. “Estoy profundamente preocupado por la incursión militar del miércoles en el palacio presidencial de Bolivia”, indicó en un comunicado el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk. “Es crucial que las autoridades bolivianas, incluidas las fuerzas armadas, garanticen el pleno respeto de los derechos humanos en todas las circunstancias, protejan el orden constitucional y mantengan la paz”, agregó.