Ante el paso devastador del huracán Melissa por el Caribe y su llegada a Cuba, el Papa León XIV expresó su profunda preocupación y cercanía a todos los afectados por el fenómeno climático, al que calificó como una tormenta “catastrófica”.
Según la información proporcionada por el sitio vaticano y el informe de Vatican News, el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica aseguró su “cercanía” y sus oraciones por aquellos que resultaron víctimas, por los desplazados, y por quienes aguardan con “ansiedad y preocupación” la evolución de la tormenta.
Además de brindar apoyo espiritual, el Papa dirigió un mensaje a los responsables gubernamentales, animando a las autoridades civiles a «hacer todo lo posible» para apoyar a la población de los países afectados y limitar los daños causados por el huracán.
Finalmente, el Santo Padre manifestó su gratitud a las comunidades cristianas y a las organizaciones de voluntarios por la ayuda humanitaria prestada a los damnificados.
El huracán golpeó con fuerza el oriente de Cuba
El huracán Melissa, catalogado como «extremadamente peligroso», tocó tierra este miércoles en la región oriental de Cuba con vientos máximos sostenidos de 195 km/h. El fenómeno alcanzó la categoría 4 al volver al mar tras haber asolado previamente Jamaica.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos informó que Melissa impactó la provincia de Santiago de Cuba, en las cercanías de Chivirico, a las 7:10.
Las autoridades cubanas advirtieron que el sistema es “extremadamente peligroso” debido a la alta probabilidad de inundaciones súbitas, penetraciones del mar en zonas bajas costeras, deslaves, derrumbes y roturas de presas. Antes incluso de la llegada del ojo del huracán, ya se habían registrado crecidas de ríos e inundaciones en las provincias de Granma y Santiago de Cuba.
Ante el avance del ciclón, Cuba activó la alarma ciclónica en seis provincias, incluyendo Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, lo que derivó en la evacuación o protección de 735.000 personas, la mayoría reubicadas en casas de familiares y amigos o en refugios.
Como parte de las medidas preventivas, se suspendieron el transporte público terrestre, marítimo y aéreo, las clases y se aseguraron infraestructuras críticas, entre ellas dos centrales termoeléctricas y cultivos agrícolas.
El Centro Nacional de Huracanes advirtió que «se espera que Melissa permanezca como un huracán poderoso cuando se desplace por Cuba, las Bahamas y cerca de Bermudas».
Por su parte, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, anticipó “una noche muy difícil” para todo el país y pidió responsabilidad y precaución a la ciudadanía frente al impacto del huracán.









