El drama humanitario causado por la invasión rusa a Ucrania ya alcanzó dimensiones trágicas que se extienden al viejo continente –sino al mundo entero-: según informó la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), más de 6.300.000 de refugiados se encuentran actualmente en el territorio europeo.
En concreto, los últimos números del organismo de la ONU indican que son 6.303.237 los refugiados ucranianos que terminaron en Europa, de los cuales 3.778.254 solicitaron protección temporal. En los países limítrofes a Ucrania, Polonia recibió a 1.256.568 refugiados; seguida por Moldavia con 88.018; Eslovaquia con 87.027; Rumanía con 84.357; Hungría con 27.657; y Bielorrusia con 10.857. Sin embargo, Rusia es el país que más ucranianos acogió, con 1.968.127 personas. Entre los países que no tienen fronteras con Ucrania, lideran Alemania con 915.000 refugiados; República Checa con 404.839; y Turquía con 145.000.
La ONU precisó que desde febrero más de 10.350.000 de personas abandonaron Ucrania y más de 4.270.000 entraron al país. La ONU estima que desde la invasión de Rusia unos 10.000.000 de ucranianos huyeron de su país para buscar refugio en el exterior, a lo que se suman unos 8.000.000 de desplazados dentro de Ucrania.
Por otro lado, el Ministerio de Defensa de Ucrania informó que al menos 140.000 edificios residenciales han sido destruidos o dañados desde que Rusia lanzó su invasión a gran escala en febrero, dejando a más de 3.500.000 de personas sin hogar. Pero, como se sabe, las consecuencias de la guerra se extienden a todo el globo a causa del alza en los precios de la energía y la escasez de alimentos, algo sobre lo que ayer hubo finalmente una buena noticia. Ocurre que el primer barco cargado con cereales en salir de Ucrania desde el inicio de la guerra inició su viaje hacia el Líbano, luego de ser inspeccionado en la ciudad turca de Estambul, gracias a un acuerdo que intenta aliviar la crisis alimentaria global provocada por la guerra.