Estados Unidos vetó ayer por cuarta vez desde que empezó la guerra en Gaza una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pedía un alto el fuego “inmediato, incondicional y permanente” en Gaza. La resolución, presentada por los 10 miembros no permanentes del Consejo en una muestra rara de consenso multilateral, cosechó 14 votos a favor, pero no saldrá adelante por el derecho de veto de Estados Unidos como miembro permanente.
La resolución pedía “un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente” en Gaza, “la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes”, y “la entrada segura y sin obstáculos de asistencia humanitaria a gran escala”, y rechazaba cualquier intento de provocar una hambruna a la población palestina.
“Dejamos claro en las negociaciones que no podríamos apoyar un cese el fuego incondicional que no logre la liberación de los rehenes”, declaró el embajador estadounidense Robert Wood a pesar de que la declaración sí pedía la liberación de los cautivos. “Para nosotros, tendría que haber una vinculación entre el cese el fuego y la liberación de rehenes. Esa ha sido nuestra posición desde el principio y la mantenemos”, refirió el diplomático. Con la resolución propuesta, agregó Wood, el Consejo enviaría a Hamas “el peligroso mensaje de que no es necesario volver a la mesa de negociaciones”.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, repitió su promesa de que Israel perseguiría y castigaría a cualquiera que lastimara a un rehén, pero agregó que dará una generosa recompensa a cualquiera que devuelva a un cautivo, pagando US$ 5.000.000 y proporcionando un pasaje seguro para salir de Gaza.
“Quiero decir a quienes tienen a nuestros rehenes: quien se atreva a dañar a nuestros rehenes pagará el precio. Los perseguiremos y los encontraremos”, dijo Netanyahu. “A quienes quieran salir de este enredo les digo: quien nos traiga un rehén, encontrará una salida segura para él y su familia”, añadió.
Hezbollah amenazó con atacar Tel Aviv
El líder de Hezbollah, Naim Qassem, amenazó ayer con bombardear Tel Aviv ante a cualquier ataque de Israel sobre el centro de Beirut como los ocurridos el sábado y el lunes.
Además, Sina, la Agencia Estatal de Noticias Siria, informó de que un ataque israelí contra la ciudad de Palmira, en la zona central del país, mató 36 personas y dejó a otras 50 heridas.
También ayer, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Ghebreyesus, denunció las negativas “arbitrarias” de Israel a la entrada de misiones humanitarias de la organización en Gaza, negando así el acceso de personal médico, alimentos, agua y medicamentos.
En paralelo, Amos Hochstein, el enviado de Estados Unidos a Líbano que negocia un alto el fuego en un ambiente de optimismo inédito, anunció que se desplazará a Israel para reunirse hoy con el primer ministro, Benjamín Netanyahu.