El papa Francisco festejará hoy su cumpleaños 85 con un grupo de refugiados africanos y asiáticos que llegaron ayer a Roma desde Chipre, como aporte del primer grupo de personas que serán relocalizadas en Italia con apoyo de la santa sede.
La relocación busca que hasta 50 personas de países como Siria y Camerún puedan llegar a Italia en condiciones de seguridad para iniciar una vida nueva.
El operativo es costeado por el Vaticano y la organización logística es de la comunidad católica de San Egidio, un grupo cercano al Vaticano que ya gestiona los “corredores humanitarios” desde Líbano y Eritrea para la llegada de migrantes.
Ya se habían encargado de ayudar a las doce personas sirias con las que el papa volvió a Roma en su avión desde la isla griega de Lesbos en 2016.