El Reino Unido podría sufrir en los próximos días una paralización masiva de los servicios básicos por las huelgas anunciadas por trabajadores de la salud, el transporte y la educación para pedir aumentos salariales y mejores condiciones laborales, en medio de la crisis generada por la alta inflación.
En ese contexto, personal de enfermería, paramédicos, trabajadores del correo, empleados de ferrocarriles, bomberos, choferes del transporte público y profesores universitarios, entre otros, comenzaron ayer con el abandono de tareas, mientras el Gobierno se resiste a otorgar aumentos, con el argumento de que podrían impulsar aún más la inflación, que está en su punto más alto en 40 años, con un 11,1% anual en octubre.
Las huelgas se suman a otras medidas de fuerzas que se han registrado durante casi todo el año como consecuencia de la crisis del costo de vida en el país, debido a la alta inflación provocada en parte por la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit), las secuelas de la pandemia y la crisis energética generada por la guerra en Ucrania.
La medida de fuerza más importante es la del personal de enfermería, que decidió parar por primera vez en los 106 años de historia de su sindicato, el Royal College of Nursing. En esa línea, se espera que la huelga de enfermeras interrumpa significativamente un sistema de salud ya afectado por la pandemia de Covid-19.