El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, aseguró ayer en una visita a la dirección de Inteligencia del Ejército que la respuesta de su país al ataque masivo con miles que lanzó Irán el martes pasado será un golpe “potente, preciso y, sobre todo, sorprendente”. “No entenderán qué ha pasado y cómo ha sucedido”, dijo Gallant, según un comunicado difundido por su oficina.
El titular de Defensa defendió que el ataque iraní de la semana pasada -que consistió en el lanzamiento de 180 misiles balísticos contra el territorio de Israel- fue “agresivo” pero no preciso. El bombardeo de la república islámica dejó solo un muerto, a pesar de su dimensión, y se trató de un palestino en la ciudad cisjordana de Jericó, al cual aplastaron los restos de la intercepción de uno de los misiles.
“La Fuerza Aérea resultó ilesa, todas las pistas están operativas, nuestras actividades continúan, ni un solo avión fue dañado, ni un solo soldado o civil resultó herido”, continuó el ministro, obviando a la víctima palestina.
En tanto, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, instó al pueblo libanés a expulsar a Hezbollah y evitar así “la destrucción y el sufrimiento como los que se ven en Gaza”. El llamamiento de Netanyahu se produjo mientras Israel ampliaba su invasión terrestre contra Hezbollah , enviando miles de soldados más a una nueva zona en el suroeste de Líbano.
El mandatario también afirmó que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) mataron al sucesor de Hassan Nasrallah, ex líder de Hezbollah, aunque estos aclararon más tarde que no podían confirmar la muerte de Hashem Safieddine. “Ustedes tienen la oportunidad de salvar a Líbano antes de que caiga en el abismo de una larga guerra que conducirá a la destrucción y al sufrimiento como el que se ve en Gaza”, afirmó Netanyahu en un discurso en video dirigido al pueblo libanés. Y agregó: “Les digo a ustedes, pueblo de Líbano: liberen a su país de Hezbollah para que esta guerra pueda terminar”.
Hezbollah no se ha rendido pese a tres semanas de intensos ataques israelíes y otras operaciones que, según los funcionarios libaneses, han matado a más de 1400 personas y desplazado a 1,2 millones.
Continúan los combates terrestres
Militantes de Hezbollah protagonizaron combates terrestres con las fuerzas israelíes en el sur del Líbano ayer y lanzaron más cohetes contra ciudades del norte de Israel, mientras las Naciones Unidas advirtieron que cientos de miles de civiles libaneses habían huido de sus hogares debido a la escalada de hostilidades.
Los servicios de emergencia de Israel informaron que dos personas murieron cuando un ataque del grupo terrorista Hezbollah impactó en la ciudad norteña de Kiryat Shmona.
Un cuarto del territorio de Líbano está ahora bajo advertencias de evacuación militar israelí, según el comisionado de derechos humanos de la ONU. El ejército israelí repitió su directiva a los residentes del sur del Líbano para que se trasladaran al norte, afirmando que sus fuerzas continuaban “atacando sitios de Hezbollah en y cerca de su aldea, y por su propia seguridad está prohibido que regresen a sus hogares hasta nuevo aviso”.
El grupo islamista proiraní anunció que frenó dos intentos de infiltración de soldados israelíes en el sur de Líbano lanzando explosivos y que también se enfrentaron con las tropas en combates terrestres.