El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) se atribuyó ayer el ataque ocurrido en octubre de 2022 contra el puente de Kerch, que conecta la península de Crimea anexada por Rusia en 2014 con la ciudad rusa de Krasnodar, que dejó al menos tres muertos y supuso un duro revés sobre el Kremlin.
“Los oficiales del SBU han estado destruyendo al enemigo en los puntos más calientes y haciendo todo lo posible para liberar nuestra tierra lo antes posible. La destrucción del puente de Crimea es uno de nuestros logros”, expresó el jefe del organismo, Vasil Maliuk.
Así, el servicio de seguridad ucraniano rompió meses de silencio y reconoció finalmente que las Fuerzas Armadas del país fueron las responsables de la explosión ocurrida a comienzos de octubre.
Por otro lado, la OTAN dijo que acordó ayer con Ucrania incrementar las actividades de inteligencia en el mar Negro, escenario de crecientes hostilidades entre Ucrania y Rusia desde que Moscú se retiró de un pacto que permitía la salida de barcos con cereales ucranianos.
Al término de una reunión a nivel de embajadores del recientemente creado Consejo OTAN-Ucrania en Bruselas, la alianza dijo que las acciones de Rusia creaban “riesgos para la estabilidad” en el mar Negro.