En el marco de una de las peores crisis de la región en los últimos años, Kosovo cerró ayer su principal paso fronterizo con Serbia, con el ejército serbio en “alerta máxima”, bloqueos de rutas y un intercambio de disparos aún no aclarado en el norte del territorio kosovar.
“Este bloqueo ilegal impide la libre circulación de personas y mercancías, por lo que invitamos a nuestros ciudadanos y compatriotas a circular por los demás pasos fronterizos”, declaró la Policía en un comunicado. La tensión está en ascenso desde noviembre pasado, cuando Kosovo destituyó al director de la fuerza de la zona norte por su rechazo a la orden de reemplazar las patentes expedidas por Serbia por otras locales. Esa decisión generó una ola de renuncias de policías, jueces y políticos en cuatro municipios de mayoría serbia.
Tras ello, Kosovo convocó elecciones para el 18 de diciembre en esos municipios, pero el 10 de diciembre, ante el levantamiento de cientos de serbokosovares que cortaron las rutas y pasos fronterizos, y la renuncia de los partidos serbios a participar en la vida política, la presidenta, Vjosa Osmani, anunció la postergación de los comicios hasta abril de 2023.
En ese contexto, Estados Unidos y la Unión Europea pidieron a Kosovo y a Serbia una desescalada “inmediata” de las tensiones en su región fronteriza: “Hacemos un llamado a todos para que ejerzan la máxima moderación, tomen medidas inmediatas para reducir incondicionalmente la situación”, dijeron en un comunicado conjunto. También instaron a ambas partes a “abstenerse de cualquier provocación, amenaza o intimidación”.
Rusia, por su parte, había expresado más temprano su apoyo a Serbia. “Tenemos unas relaciones de aliados muy estrechas, históricas y espirituales con Serbia”, declaró a la prensa el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov y agregó que el Kremlin apoya “a Belgrado en las acciones que emprenda”.
Operaciones militares de Rusia y Bielorrusia
Las Fuerzas Armadas de Rusia y de Bielorrusia realizaron ayer maniobras de entrenamiento conjuntas un día después de que el gobierno de Minsk anunciara la anulación del acuerdo de seguridad firmado con Ucrania, actualmente en guerra con Rusia.
Así lo informó el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado, en el que precisó que los dos países practicaron en conjunto cuestiones tácticas, uso de armas, compartieron habilidades médicas y maniobras de ingeniería. La nota precisó que los militares rusos y bielorrusos hicieron un ejercicio en un campo de entrenamiento recapturando “un puente controlado por un enemigo ficticio”, según la agencia de noticias rusa Tass.
Bielorrusia también había dado cuenta recientemente sobre el despliegue de equipamiento ruso en su territorio de cara a una posible ofensiva a Ucrania durante los próximos días. Además, también habría trasladado efectivos a la zona fronteriza con Ucrania, en el sur.