La última jornada electoral fue sacudida, sin embargo, por la muerte a los 99 años de Lucía Hiriart Rodríguez, viuda del dictador Augusto Pinochet y primera dama durante los 17 años que el régimen cívico-militar gobernó en Chile.
Ambos postulantes buscaron marcar posición ante la noticia: Boric se pronunció antes de encabezar su acto final en Santiago Centro y aseveró que “no celebro la impunidad ni la muerte, trabajamos por la justicia y la vida digna”, aunque aseveró que “Lucía Hiriart muere en impunidad pese al profundo dolor y división que causó a nuestro país. Mis respetos a las víctimas de la dictadura”.
Más complicado por sus simpatías pinochetistas, Kats –que anoche realizaba un cierre con un show musical en la acaudalada comuna de Las Condes-, aseveró que “no quiero hacer un hecho político de esto”, aunque envió condolencias a la familia Pinochet y repudió que “haya gente celebrando”.
La muerte de Hiriart puso en evidencia la división del país que se refleja en el ballottage, donde las encuestas anticipan un escenario muy reñido: el último sondeo conocido, de la consultora Atlas Intel, le dio ayer un 48,5% de intención de voto a Kast frente al 48,4% de Boric, mientras que otro estudio de Black and White le otorgó el miércoles un exacto 50% a cada uno de los candidatos.
A inicios de mes, otros sondeos le daban una ventaja mayor al candidato izquierdista. Por ejemplo, Criteria proyectó el 2 de diciembre un 54% de los votos para Boric y un 46% para Kats; mientras que Activa (4 de diciembre) le dio un 42,2% al primero y un 28,3% al hombre respaldado por Piñera; y Cadem el 10 de diciembre le otorgó un 39% al izquierdista y un 36% al abogado pinochetista.