El secretario general de la ONU, António Guterres, y el embajador de China ante el organismo fueron algunos de los que hicieron un llamado a la paz y pidieron poner fin a la guerra en Ucrania durante la sesión extraordinaria de urgencia de este lunes de la Asamblea General de Naciones Unidas, mientras Rusia acusó a Occidente de haber creado «una burbuja que puede reventar» y censuró su «negativo» papel en la crisis.
«¡Basta ya! Los combates deben cesar», declaró Antonio Guterres tras la apertura de la sesión, la primera de este tipo en 40 años, con más de un centenar de oradores y que en principio debería prolongarse hasta el martes, o incluso el miércoles, antes de que haya una votación sobre una resolución propuesta por los europeos para que cesen las hostilidades en la exrepública soviética, que no tiene carácter vinculante.
«La guerra no es la respuesta. Necesitamos paz ahora», remarcó Guterres, en este encuentro que se convoca luego del fracaso del viernes del Consejo de Seguridad de la ONU. En línea con Guterres, el embajador de China ante la ONU, Zhang Jun, expresó que «no hay nada que ganar» en la guerra.
«La Guerra Fría ha terminado hace tiempo. La mentalidad de la Guerra Fría basada en la confrontación de bloques debería abandonarse. No hay nada que ganar con el inicio de una Nueva Guerra Fría», aseguró Zhang, informó la agencia de noticias AFP.
En su breve pero contundente discurso, el representante de Beijing dijo que «hay que respetar la soberanía y la integridad de todos los países», así como «el conjunto de los principios de la carta de Naciones Unidas», expresó que China «seguirá obrando constructivamente para permitir la paz» y abogó por la reanudación del diálogo entre la OTAN, la Unión Europea (EU) y Rusia.
A su turno, el embajador de Ucrania ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, exhortó a los países a salvar «la democracia». «Si Ucrania no sobrevive, que no nos sorprenda si fracasa la democracia. Salven a Naciones Unidas, salven la democracia y defiendan los valores en los que creemos», precisó.
También expuso el representante permanente de Rusia ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, quien acusó a Occidente de «inundar» a Ucrania de armas, y remarcó que si bien Moscú «quiere poner fin a esta guerra, no puede permitir» que los ciudadanos de la región del Donbass «sigan sufriendo».
«Incitan a Kiev y repiten el mantra insensato de que los Acuerdos de Minsk no los cumple la parte rusa», denunció Nebenzia, y reiteró que «las verdaderas razones» que condujeron al conflicto son que Ucrania «saboteó» e «incumplió» los acuerdos.
Además, criticó que «no ha habido empatía con los habitantes del Donbass» y expresó que «como consecuencia de las amenazas contra esas personas se puso en marcha una operación especial para proteger a la población», a la que describió como «atormentada».
Rusia «esperaba que Kiev se lo replanteara y cumpliera lo que firmaron en 2015», pero «Ucrania no quería diálogo ni medidas para establecer una condición especial para la región del Donbass, como se establecía en el acuerdo», agregó.
En la misma línea, insistió en que Rusia emprendió una operación de «legítima defensa con respecto a un régimen que quiere armas nucleares», y recordó que la adhesión de Ucrania a la OTAN es una «línea roja» para Moscú que le «obliga» a «responder».
Más temprano, en la apertura de la sesión, los miembros de la Asamblea hicieron un minuto de silencio por iniciativa de su presidente, el exministro de Relaciones Exteriores de Maldivas, Abdulla Shahid, en memoria de las víctimas de la invasión rusa en Ucrania.
Bajo el título «La agresión armada no provocada de Rusia contra Ucrania», los 193 miembros de la Asamblea de la ONU deben pronunciarse sobre la invasión rusa de Ucrania.
El texto inicial impulsado por los europeos en coordinación con Kiev y obtenido por la AFP, «condena en los términos más fuertes la agresión de Rusia contra Ucrania».
De acuerdo con fuentes diplomáticas, se espera que Europa, que autorizó en la víspera el suministro de armas a Ucrania, vote unánimemente junto con América del Norte para denunciar a Rusia en la sesión de la Asamblea, mientras que un gran número de países africanos y sudamericanos se pronuncien contra la invasión rusa.
Si bien también se prevé que los habituales respaldos de Moscú -Siria, Cuba, China, India, Venezuela, Nicaragua, entre otros- apoyen la política rusa o se abstengan al momento de votar, se espera superar el centenar de votos favorables que obtuvo en 2014 una resolución similar tras la anexión rusa de Crimea, agregaron las fuentes, que pidieron el anonimato. Las negociaciones están en curso entre dos corrientes, precisó a la AFP otra fuente diplomática.
Algunos, que subrayaron que el reglamento de la ONU no contempla para esta instancia el derecho de veto que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad -China, Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y Rusia- tienen para otra clase de resoluciones, quieren que sea muy contundente.
Otros consideran que lo importante es obtener un máximo de votos para mostrar el aislamiento de Rusia y estarían dispuestos a hacer concesiones sobre el tono, precisó dicha fuente.
La Asamblea fue decidida el lunes por el Consejo de Seguridad de la ONU, luego de que 11 de los 15 integrantes del Consejo votaran a favor de una propuesta de Estados Unidos y Albania para condenar la invasión a Ucrania y reclamar la retirada inmediata de las tropas rusas de este país, mientras que Rusia se opuso y Emiratos Árabes Unidos se abstuvieron.
El Consejo decidió recurrir a la Asamblea ante “la ausencia de unanimidad de sus miembros permanentes”, que el viernes “impidió ejercer su responsabilidad primera como es el mantenimiento de la paz y de la seguridad internacionales”, dice la resolución aprobada la víspera.
Hasta la fecha se han celebrado únicamente diez sesiones de este tipo en la Asamblea de la ONU, la última de ellas en 1982, después de que se convocara un encuentro de este tipo por la crisis en los Altos del Golán, ocupados militarmente por Israel, un movimiento no reconocido por la comunidad internacional que continúa a día de este lunes.
Este tipo de reuniones son convocadas a raíz de la resolución 377A(V), aprobada en 1950 y conocida como «Unidos por la Paz», que da a la Asamblea de la ONU la autoridad de asumir asuntos de paz y seguridad internacional cuando el Consejo de Seguridad es incapaz de actuar debido a la falta de unanimidad entre los cinco países con derecho a veto.
Asimismo, Zelenski reclamó a la comunidad internacional el establecimiento de una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, sin precisar cómo podría ser dispuesta e implementada la iniciativa, que fue rechazada por Estados Unidos y la OTAN. “Debemos considerar una zona de exclusión aérea total para misiles, aviones y helicópteros rusos”, dijo.
“Una zona de exclusión aérea requeriría implementación, requeriría desplegar las fuerzas armadas de Estados Unidos; eso sería potencialmente un conflicto directo y potencialmente una guerra con Rusia, que es algo de lo que no planeamos ser parte», respondió inmediatamente la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki.
La funcionaria remarcó que el presidente Joe Biden “dejó muy claro que no tiene la intención de enviar tropas estadounidenses a luchar en una guerra con Rusia”.
En tanto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que la alianza no tiene “ninguna intención de entrar en Ucrania, ni en tierra ni en el espacio aéreo”.