Un misil ruso alcanzó ayer un edificio residencial en la ciudad central ucraniana donde nació el presidente Volodimir Zelenski y dejó al menos seis muertos y 75 heridos, mientras Rusia intensifica los bombardeos tras una serie de ataques con drones en su territorio, incluyendo a la capital Moscú.
El misil lanzado contra la ciudad de Krivoi Rog destruyó una sección del edificio de departamentos entre el cuarto y el noveno piso, mientras que otro misil balístico ruso impactó en un edificio universitario sin que hubiera reportes de víctimas, informaron autoridades locales. Videos subidos a redes sociales mostraron negras columnas de humo que salían por las ventanas de departamentos y autos dañados o calcinados estacionados en una calle bajo frondosos árboles.
Tras ello, Zelenski dijo que entre los muertos había una chica de 10 años y su madre, y que unas 350 personas participaban del operativo de rescate. El otro misil destruyó parte del edificio universitario de cuatro pisos, dijo el responsable de la administración militar de la ciudad, Oleksandr Vilkul.
En la ciudad de Jerson, capital de la provincia homónima, en el sur de Ucrania, otro ataque ruso dejó al menos cuatro muertos y 17 heridos, informó la Presidencia ucraniana, mientras que en la vecina provincia de Zaporiyia, un ataque de artillería ucraniano dio de lleno en una tienda de alimentos de la localidad de Basan y provocó la muerte de tres personas, informó el gobernador designado por Rusia, que ocupa parcialmente la región.
En ese marco, el Kremlin consideró ayer que los drones lanzados el domingo contra Moscú constituyen un “acto desesperado” de Ucrania, cuya contraofensiva, según Rusia, es un fracaso. “Está claro que la contraofensiva no ha tenido éxito”, declaró el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.
La situación es “muy difícil” para las fuerzas ucranianas, que no logran “ningún avance”, subrayó. “En un acto desesperado, el régimen de Kiev recurre a este tipo de ataques terroristas”, continuó. Peskov informó por otra parte que se habían tomado “todas las medidas posibles” para defender “las instalaciones de infraestructuras civiles”.
Por otra parte, Ucrania anunció haber alcanzado ayer un acuerdo con Croacia sobre el uso de puertos de ese país para el tránsito de sus cereales, luego de que Rusia se retirara del pacto que permitía la exportación segura de cereales ucranianos por el mar Negro. “Hemos acordado la posibilidad de utilizar los puertos croatas en el Danubio y en el mar Adriático para transportar grano ucraniano”, dijo el canciller Dmytro Kuleba.
“Ahora trabajaremos para establecer las rutas más eficientes a estos puertos y aprovechar al máximo esta oportunidad”, agregó. Desde el 20 de julio, Rusia considera como objetivos militares los barcos que navegan en el mar Negro hacia puertos ucranianos, y como partes del conflicto a los respectivos países