El Banco Central Europeo (BCE) que comanda Christine Lagarde le pidió ayer al Gobierno italiano que tenga “cautela” y le advirtió por las consecuencias de la aplicación del impuesto a las ganancias extraordinarias de los bancos anunciado hace un mes por la premier Giorgia Meloni rechazado por el sistema financiero.
“Hay que tener cautela para garantizar que el impuesto extraordinario no afecte a la capacidad de las entidades de crédito individuales para construir bases de capital sólidas y tomar provisiones adecuadas para mayores amortizaciones y un deterioro de la calidad crediticia”, planteó el BCE.
El mes pasado, Meloni anunció un impuesto de 40% sobre los bancos para las instituciones que en 2023 hayan ganado más de 6% con respecto a 2022 que fue duramente criticado por el sector financiero.