El presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) de Ecuador, Virgilio Saquicela, convocó para este sábado a dialogar al presidente Guillermo Lasso y al titular de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Leonidas Iza.
Esto ocurre apenas horas antes de que el legislativo discuta un intento de parte de la oposición de avanzar en el proceso de destitución del mandatario.
En el día 13 de las protestas, manifestaciones y cortes de ruta, convocadas por la Conaie para reclamar por el aumento de los precios de los combustibles, Saquicela defendió la necesidad de un diálogo «inmediato» para resolver la crisis.
Por ello llamó a Laso e Iza a sentarse a conversar con la presencia del arzobispo de Quito y de los representantes de las distintas funciones del Estado.
«Estoy consciente y reitero mi invitación para que estén presentes en ese diálogo», insistió el presidente de la AN, según la agencia de noticias Europa Press, en un mensaje emitido antes de la sesión virtual del pleno del cuerpo que votará la moción de destitución planteada por la bancada Unión por la Esperanza (UNES), prevista para las 18 (las 20 de Argentina).
Parece difícil que la iniciativa de Saquicela avance después de las declaraciones de uno y otro lado. Lasso dijo por cadena nacional que Iza solo quiere “derrocar al Gobierno” y adelantó que las fuerzas de seguridad cambiarán su conducta para avanzar hacia “un uso progresivo de la fuerza”.
Se negó, además, a derogar el estado de excepción que declaró para seis provincias, medida que suspende el derecho de manifestación y permite el uso de la fuerza letal por parte de las fuerzas de seguridad.
En la universidad central, en una suerte de asamblea del sector, Iza respondió: “En lugar de meternos miedo, más bien nos han levantado la rebeldía y dignidad”, señaló, según el sitio Primicias.
El presidente de la Conaie rechazó la advertencia del Gobierno sobre el uso de la fuerza, al remarcar que “no venimos a dejar la sangre regada de nuestros hermanos”, e instó a los manifestantes a no perder el horizonte.
Explicó que era una jornada para “limpiar, descansar, recargar fuerzas para continuar en la lucha”, ratificó su predisposición a dialogar y anunció que abrirán corredores humanitarios para permitir el paso de los productos agrícolas de la Sierra Centro hasta la capital.
Parte del interés de la jornada se trasladará a la Asamblea nacional, más allá de que en principio la bancada de Unes, que responde al expresidente Rafael Correa, no parece tener los números para avanzar con la llamada “muerte cruzada” y, consecuentemente, con la destitución de Lasso.
El Congreso trata la destitución
Los 47 miembros de Unes solicitaron ayer la salida del poder del presidente, que lleva 13 meses de gestión, ante la «grave crisis política y conmoción interna» que vive el país.
La destitución exige 92 de los 137 votos posibles en el Congreso y, aunque la oposición podría lograrlo, la dispersión de bloques y el anuncio de algunas representaciones de que no acompañarían la iniciativa lo torna muy difícil.
Lasso deberá ser convocado a la sesión para defenderse y en su presencia se abrirá un debate cuya duración será determinada por el presidente del Legislativo.
Terminada la discusión, los diputados tienen un máximo de 72 horas para resolver sobre el pedido de destitución que, si es aprobado, implica que asume el vicepresidente Alfredo Borrero y se llama a elecciones presidenciales y legislativas para el resto del periodo.
Apenas conocida ayer la idea de Unes, los bloques del Partido Social Cristiano (PSC), Izquierda Democrática (ID) y Pachakutik –el brazo político de la Conaie- adelantaron que no acompañarían la iniciativa. Tampoco, claro, la oficialista Bancada del Acuerdo Nacional (BAN).
La rebelión indígena tiene por ahora un saldo de 5 o 6 muertos, según las fuentes, con un centenar de heridos. Las autoridades registraron más de 180 lesionados entre militares y policías.
Desgastada por la crisis, con comercios cerrados y desabastecimiento de algunos productos, Quito también es escenario de contraprotestas, con ciudadanos que quieren el retiro de los indígenas y caravanas de vehículos de alta gama que recorren zonas acomodadas, reseñó la agencia AFP.