El ex presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva llega como favorito para las elecciones presidenciales de Brasil que se realizarán el próximo domingo en un contexto de fuerte tensión alentada por el actual mandatario y candidato a la reelección, Jair Bolsonaro, que amenaza con desconocer los resultados.
Tanto, que la Casa Blanca intervino en las últimas horas para asegurar que “vamos a acompañar las (elecciones) de cerca y confiamos en la fuerza de las instituciones democráticas de Brasil”. Estados Unidos está dispuesto a reconocer “al candidato que sea declarado por la justicia como vencedor en el escrutinio”, aseveró la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en lo que se interpretó como una advertencia a una virtual estrategia golpista de Bolsonaro, que desconoce las encuestas de intención de voto y asegura que ganará en primera vuelta.
“Nosotros creemos en el pueblo brasileño, creemos que el próximo 2 de octubre va a reelegir a Jair Bolsonaro en el primer turno”, aseveró el líder de ultraderecha en pleno territorio nordestino de su competidor, donde aseguró que “lo que tengo para ofrecer es exactamente lo contrario de lo que hizo el ladrón (Lula) a lo largo de 14 años”.
Lula da Silva, a su vez, acusó a Bolsonaro de fomentar la violencia tras el asesinato de tres electores del Partido de los Trabajadores y aseguró que la flexibilización para la compra de armamento benefició al narcotráfico y al crimen organizado.
“El bolsonarismo representa aquello que pensábamos que no existía, porque con la derecha siempre hubo violencia verbal, se pensaba que se había civilizado. Ahora este presidente no distribuye libros didácticos, pero vende armas, libera la venta de armas”, dijo Lula en San Pablo luego de reunirse con representantes del sector deportivo. “En unos días podemos reescribir nuestra historia. Brasil puede volver a ser de todos”, escribió ayer en Twitter.
El postulante del PT viene recogiendo además aliados inesperados en las últimas horas en su batalla por el voto indeciso, como la célebre conductora Xuxa o el respetado magistrado del escándalo Mensalão, Joaquim Barbosa, quien grabó un video fustigando a Bolsonaro y respaldando a Lula.