La Asamblea General de la ONU pidió el jueves por trigésima primera vez que Estados Unidos ponga fin al embargo comercial de más de seis décadas contra Cuba mientras la isla sufre su peor crisis económica, provocando escasez de alimentos, medicinas, combustible y otros bienes.
En una votación en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, un total de 187 países se pronunciaron por levantar el embargo, mientras Estados Unidos e Israel se opusieron a una resolución no vinculante y Ucrania se abstuvo.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, dijo en un discurso que el «bloqueo impide a Cuba el acceso a alimentos, medicamentos y equipamiento tecnológico y médico».
«El bloqueo (embargo) califica como un crimen de genocidio», dijo Rodríguez, quien afirmó que las pérdidas debido al embargo ascienden a casi 5.000 millones de dólares en 2022 y unos 159.000 millones de dólares desde que comenzó a aplicarse a inicios de la década de 1960. Estados Unidos mantiene a Cuba en una lista de naciones que patrocinan el terrorismo.
Paul Folmsbee, Asesor Principal para Asuntos del Hemiferio Occidental de Estados Unidos, dijo que el embargo tenía como objetivo promover «los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba». El Congreso de Estados Unidos es el único que puede levantar el régimen de sanciones a La Habana.