Las organizaciones humanitarias de las Naciones Unidas informaron que los persistentes combates y las graves restricciones en la provincia de Kivu del Sur, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), han limitado seriamente, e incluso imposibilitado, el acceso de ayuda humanitaria.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advirtió sobre el rápido deterioro de la situación en Kivu del Sur, particularmente en los territorios de Fizi y Mwenga.
La OCHA indicó que los enfrentamientos entre grupos armados y las restricciones impuestas durante el segundo y tercer trimestre de 2025 han paralizado la asistencia en localidades clave como Minembwe, Itombwe y en la región de Hauts Plateaux.
“Desde mayo, estas zonas se han visto prácticamente aisladas debido a las severas restricciones impuestas por los grupos armados, como el cierre de carreteras clave que unen Fizi con Minembwe y la denegación de acceso a las organizaciones humanitarias”, detalló la oficina.
Además, las amenazas reportadas han forzado la retirada de varias organizaciones no gubernamentales, con un impacto devastador en la población civil.
La situación es crítica: tan solo en la localidad de Minembwe, más de 170.000 personas fueron desplazadas y se encuentran aisladas de la asistencia esencial.
El sistema de salud está colapsando por la prolongada escasez de medicamentos.
A su vez, en el Hospital de Minembwe, los niños representaron el 60% de las muertes entre julio y septiembre. La tasa de mortalidad infantil por desnutrición aguda severa ha alcanzado un nivel alarmante de casi el 30%.
La seguridad alimentaria también se deteriora rápidamente debido a los bloqueos de carreteras que encarecen los productos básicos. La OCHA informó que, si bien han reposicionado suministros vitales, incluyendo medicamentos y kits de nutrición, en localidades vecinas, la inseguridad impide su entrega.
En este contexto, la OCHA hizo un llamado urgente a todas las partes para que protejan a la población civil y garanticen un acceso humanitario seguro y sin trabas para que la ayuda vital pueda llegar a quienes están atrapados por la violencia.









