El papa Francisco proclamó hoy a diez nuevos santos, incluida la religiosa María Francisca de Jesús Rubatto, considerada la primera santa uruguaya.
«La santidad no está hecha de algunos actos heroicos, sino de mucho amor cotidiano», remarcó el pontífice desde la Plaza San Pedro durante la misa en la que hubo más de 45.000 fieles presentes, según estimó el Vaticano, incluido el presidente italiano, Sergio Mattarella.
La religiosa proclamada santa hoy nació el 14 de febrero de 1844 en la localidad italiana de Carmañola, en la provincia de Turín, en la región norteña del Piemonte, pero por elección propia vivió y desarrolló su labor pastoral en Uruguay, donde falleció el 6 de agosto de 1904.
«La Iglesia te saluda, sor María Francisca de Jesús, fundadora de las Hermanas Terciarias Capuchinas de Loano… primera beata del Uruguay», la había destacado Juan Pablo II en 1993 al beatificarla en la plaza vaticana.
En Uruguay ,la Madre Francisca eligió la zona de La Teja, Belvedere, Paso de la Arena y Barra de Santa Lucía, en donde según la Iglesia del país oriental desarrolló una labor social y pastoral junto a los trabajadores que iban al matadero los domingos por la mañana, tomándose el tren a las cuatro de la madrugada con ellos.
Rubatto fue convertida en santa luego de que el Vaticano aprobara un milagro atribuido a su intercesión el 24 de marzo de 2000 en Colonia, Uruguay, cuando se produjo la recuperación inexplicable de un joven que sufría un traumatismo craneoencefálico con hemorragia subaracnoidea grave, coma severo, hipertensión endocraneal y daño axonal difuso.
Junto a Rubatto, también fueron proclamados nueve nuevos santos, entre ellos Charles de Foucauld, el sacerdote francés que fue misionero en el desierto de Argelia, y Tito Bradsma, sacerdote carmelita asesinado en un campo de concentración nazi.
Entre los diez nuevos santos también figuran los franceses César de Bus (1544-1607), fundador de la congregación de los Padres de la Doctrina Cristiana, quien trabajó por el renacimiento del cristianismo en una época convulsa por los comienzos de la Reforma protestante, y la hermana Marie Rivier (1768-1838), una maestra, fundadora de la congregación de la Presentación de María.
El primer laico indio en ser santo es el mártir Lázaro, Devasahayam Pillai (1712-1752), un hindú convertido al cristianismo. Arrestado, torturado durante tres años y luego ejecutado, se negó a retractar su fe.
Los otros son los sacerdotes italianos Luigi Maria Palazzolo (1827-1886) y Giustino Maria Russolillo (1891-1955) y las monjas italianas Maria Domenica Mantovani (1862-1934) y Maria di Gesù Santocanale (1852-1923).