El presidente ruso Vladimir Putin advirtió ayer que autorizar a Ucrania a usar armamento occidental de largo alcance contra objetivos en Rusia significaría que la OTAN está “en guerra con Rusia”. “Si esa decisión se toma no significará otra cosa que la participación directa de los países de la OTAN, de Estados Unidos y de los países europeos, en la guerra en Ucrania”, lanzó en la televisión pública tras intervenir en un foro cultural en San Petersburgo. “Eso significará que los países de la OTAN, Estados Unidos y los países europeos, combaten contra Rusia”, agregó.
Putin subrayó que dicha decisión cambiará “la misma naturaleza del conflicto”, en alusión a que ya no se reducirá a una guerra entre los ejércitos ruso y ucraniano. “Si eso es así (…), tomaremos las correspondientes decisiones partiendo de las amenazas que nos creen”, dijo. El líder ruso insistió en que, en realidad, la OTAN no está autorizando a Ucrania el uso de esos misiles de largo alcance, sean los ATCAMS o los Storm Shadow, ya que el ejército ucraniano no tiene la capacidad técnica para hacerlo.
Putin subrayó que, según la opinión de expertos rusos y occidentales, esos misiles sólo se pueden lanzar contra territorio ruso con la ayuda de los datos de inteligencia de los satélites de Estados Unidos o los países de la Unión Europea, ya que Ucrania carece de ellos. “Y lo más importante es que, de hecho, las misiones de vuelo sólo pueden ser determinadas por los militares de los países de la OTAN”, dijo.
En paralelo, Rusia lanzó una contraofensiva en la región de Kursk para expulsar a las fuerzas ucranianas que irrumpieron a través de la frontera hace cinco semanas y pusieron a ese territorio ruso bajo ocupación extranjera por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, anunció ayer el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que las fuerzas de Moscú habían recapturado ya 10 asentamientos en Kursk en dos días y mencionó sus nombres, pero no describió la operación como parte de una contraofensiva más amplia. Por su parte, Zelenski señaló que Rusia emprendía “acciones de contraofensiva”, pero que las fuerzas ucranianas las habían anticipado y que estaban listas para luchar.
En paralelo, un ataque ruso con misiles en Ucrania provocó la muerte de tres personas y dejó heridas a dos más, todas ellas trabajadores ucranianos del Comité Internacional de la Cruz Roja, señaló Dmytro Lubinets, ombudsman de Derechos Humanos de Ucrania.