El gobernador de Florida, Ron DeSantis, confirmó ayer que buscará la nominación republicana a la presidencia en 2024, lo que incluye un enfrentamiento directo con su antiguo aliado, el ex presidente Donald Trump, que sacudirá la carrera hacia la Casa Blanca.
DeSantis hizo el anuncio en un video antes de una entrevista de audio en esa red social con su CEO, Elon Musk. Con un perfil nacional en ascenso y lo que se espera sean grandes recursos financieros, DeSantis, de 44 años, se convierte de inmediato en el mayor rival de Trump por la nominación republicana.
Pero las encuestas muestran a Trump con una ventaja de más de 2 a 1 sobre el gobernador de Florida, quien durante mucho tiempo ha sido considerado una estrella republicana en ascenso y el mensajero de una nueva generación de líderes en el partido. Trump, quien anunció en noviembre, también tuvo una ventaja inicial en la organización de su campaña en estados clave de votación anticipada.
Los partidarios y donantes estarán atentos para ver si DeSantis ahora lleva la lucha a Trump, quien lo ha atacado implacablemente con poca reacción, para gran frustración de algunos aliados de DeSantis que querían que respondiera con más ímpetu.
Musk, el CEO de Tesla y Twitter, había advertido anteriormente que su presencia en el evento del miércoles no constituiría un respaldo a DeSantis por encima de Trump.
También se esperaba que DeSantis convocara el miércoles una reunión de sus principales donantes en un hotel de Miami, donde lanzarán de inmediato la campaña de recaudación de fondos.
El argumento central del gobernador para su candidatura probablemente sea que él es el único republicano capaz de derrotar al presidente demócrata Joe Biden, el ganador sobre Trump en las elecciones de 2020.
En tanto, se espera que los principales republicanos observen detenidamente a DeSantis para ver si puede recuperarse de sus errores en política exterior, como su renuencia inicial a expresar su apoyo a Ucrania en la guerra contra Rusia.
En las semanas previas a su candidatura presidencial, DeSantis realizó una gira por el país, visitando estados como Iowa y New Hampshire que realizarán concursos de nominación anticipada. Allí se jactó de su historial como gobernador de Florida, incluidas sus batallas con el gobierno federal por las políticas aplicadas durante la pandemia de Covid-19.
DeSantis y sus asesores estaban decididos a esperar para participar en la carrera hasta que la Legislatura de Florida pudiera otorgarle una serie de victorias políticas, y los legisladores hicieron precisamente eso.
Firmó medidas que restringieron severamente los abortos en el estado, facilitaron que los residentes porten armas ocultas, amplió un programa de cupones para permitir que los estudiantes asistieran a escuelas privadas y eliminó la financiación de programas de diversidad en universidades públicas, entre otras cosas.
Por otra parte, DeSantis sigue en una batalla campal con Walt Disney Co por las críticas de la compañía a las leyes que prohíben la enseñanza de conceptos de identidad de género en las escuelas públicas. La empresa presentó una demanda federal acusando a DeSantis de armar al gobierno estatal para castigar sus operaciones.
Otros candidatos republicanos declarados incluyen a Nikki Haley, ex embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, y Tim Scott, senador de Estados Unidos por Carolina del Sur.