El presidente ruso, Vladimir Putin, suspendió ayer la participación de su país en el único acuerdo bilateral de desarme nuclear que existe con Estados Unidos, al brindar su discurso anual ante las dos Cámaras del Parlamento tres días antes del primer aniversario de la invasión en Ucrania.
“Rusia suspende su participación en el Tratado sobre la Reducción de Armas Estratégicas”, dijo Putin en su mensaje a la Asamblea Federal y calificó de “un teatro de absurdo” los llamamientos de la Otan a que su país “vuelva a cumplir” con el tratado y permita que los expertos occidentales inspeccionen las instalaciones militares y nucleares rusas en la actual situación de confrontación.
Sin embargo, mientras la palabras del mandatario ruso generaban alarma en el mundo, su Ministerio de Relaciones Exteriores aclaró que seguirá respetando las limitaciones impuestas a su arsenal nuclear por el tratado Nuevo Start, pese a la decisión anunciada horas antes por el presidente. “Rusia mantendrá un enfoque responsable y seguirá respetando rigurosamente, durante la duración del tratado, las limitaciones cuantitativas de las armas estratégicas ofensivas”, indicaron desde el Ministerio.
El tratado firmado en 2010 es el último acuerdo bilateral de este tipo que vincula a ambas potencias: obliga a Rusia y Estados Unidos a tener un máximo de 1.550 ojivas nucleares desplegadas cada uno y a cumplir una serie inspecciones mutuas presenciales.
En ese marco, Putin pidió a las autoridades rusas que se mantuvieran “listas para los ensayos de armas nucleares” si Washington los realizaba primero. En su discurso, Putin también acusó a los países occidentales de utilizar el conflicto en Ucrania para “acabar” con Rusia y los responsabilizó de planear convertirlo “en una fase de confrontación global”.
En paralelo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realizó el lunes una visita no anunciada a la capital de Ucrania y se reunió con su par Volodimir Zelenski, en una muestra de solidaridad de lo que calificó como una “brutal e injusta” invasión rusa. “Un año después, Kiev resiste”, dijo Biden junto a Zelenski en el palacio presidencial de Kiev. “Y Ucrania está de pie. La democracia resiste. Los estadounidenses están con ustedes y el mundo está con ustedes”, agregó.
Tras una estadía de poco más de cinco horas en Kiev, Biden partió hacia Polonia, en donde anticipó que se avecinan “días duros y amargos”. En Varsovia, donde frente al Castillo Real y ante una multitud de ciudadanos polacos y refugiados ucranianos, Biden aseguró que “las democracias del mundo velarán por la libertad hoy, mañana y siempre”.
En ese marco, el mandatario estadounidense dijo: “hace un año, el mundo se preparaba para la caída de Kiev. Bueno, acabo de llegar de Kiev y puedo decir que Kiev está fuerte”. Luego, agregóp que “la Otan, que se creó en 1949, es “tal vez la alianza más consecuente de la historia”, y ahora es “más fuerte de lo que nunca ha sido” a pesar de las esperanzas de Putin de que se fracturara por la guerra en Ucrania.
Como coroloario, Biden confirmó que esta semana se anunciarán más sanciones contra Moscú, aunque evitó dar más detalles. “Ucrania nunca será una victoria para Rusia”, culminó.
La Otan expresó su preocupación
El secretario general de la Otan, Jens Stoltenberg, expresó ayer su “creciente” preocupación por la posibilidad de que China pueda apoyar militarmente a Rusia en Ucrania.
“Estamos preocupados en forma creciente de que China pueda estar planificando proporcionar apoyo letal a la guerra de Rusia”, declaró Stoltenberg en una conferencia de prensa en Bruselas.
Estas declaraciones se producen luego de que el domingo pasado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijera que China consideraba la posibilidad de abastecer al Kremlin con “apoyo letal”.
Luego, la Otan admitió que el volumen de proyectiles de artillería utilizados por Ucrania es superior a la capacidad de producción de la propia alianza militar.
China desmintió y acusó a EE.UU.
China tachó de “falsas” las afirmaciones de que está considerando enviar armas a Rusia para ayudarla en la guerra contra Ucrania, lanzadas por el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
“Es Estados Unidos y no China quien está enviando constantemente armas al campo de batalla”, dijo el vocero de la Cancillería de China, Wang Wenbin.
Además, el vocero llamó a Estados Unidos a “reflexionar de forma seria sobre sus propias acciones y a realizar más esfuerzos con el objetivo de calmar la situación, promover la paz y el diálogo, y dejar de culpar a otros y de propagar información falsa”.
Y cerró: “la posición de China sobre la cuestión de Ucrania se puede resumir en una frase: alentar la paz y promover el diálogo”.