Los peores temores de Ucrania y sus aliados occidentales comenzaron a hacerse realidad ayer, cuando el Kremlin anunció la posible anexión de la provincia ucraniana de Jerson, conquistada en la avanzada de Vladimir Putin, en medio de una guerra “sin posibilidades” de un alto del fuego inmediato, según alertó Naciones Unidas.
“Los habitantes de la provincia de Jerson deben ser los que determinen su propio futuro”, dijo Dmitri Peskov, vocero del presidente Putin, luego de que las autoridades instaladas en Jerson por sus fuerzas anunciaran que pedirán a Moscú que anexione la provincia ucraniana. Consultado sobre si Rusia tomaría a la provincia como propia, Peskov remarcó que el asunto tiene que ser evaluado por los juristas, aunque citó el caso de la península ucraniana de Crimea, que Rusia se anexionó en 2014 tras dos referendos.
“Habrá una solicitud (a Putin) para hacer que la región de Jerson sea sujeto pleno de la Federación Rusa”, había anunciado horas antes Kirrill Stremuosv, la autoridad instalada por Rusia Jerson -la única de Ucrania controlada de forma total por el Ejército ruso. La movida fue obviamente repudiada por las autoridades ucranianas desde Kiev, quienes denunciaron que “los invasores podrían pedir unirse incluso a Marte o Júpiter, pero el Ejército ucraniano liberará Jerson”, en palabras de Mijailo Podoliak, consejero del presidente Volodimir Zelenski.
Ubicada a orillas del mar Negro y justo al norte de la península de Crimea, la provincia de Jerson es vital para el abastecimiento de agua en ese territorio. Su conquista también permite constituir un puente terrestre que una Crimea, la provincia separatista prorrusa del Donetsk y el territorio ruso, hacia el este. Hacia el oeste, su captura podría permitir a Moscú lanzarse al asalto del gran puerto de Odesa, algo que hasta el momento no consiguió.
La noticia fortalece las sospechas de la inteligencia estadounidense, que en las últimas horas salió a afirmar que Putin está decidido a una guerra larga para crear una conexión terrestre entre los territorios ocupados de Ucrania y Transnistria, una zona prorrusa que forma parte de Moldavia. “Evaluamos que Putin se está preparando para un conflicto prolongado en Ucrania durante el cual todavía pretende alcanzar objetivos más allá del Donbass”, alertó la jefa de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Avril Haines, quien ratificó la sospecha de que Rusia pretende extender la guerra hacia Moldavia.
Por lo pronto, las fuerzas del Kremlin continúan sus ataques para intentar asentar sus conquistas territoriales en el sudeste y extender su ofensiva en el Donbass, mientras al norte las autoridades ucranianas anunciaron haber recuperado cuatro pueblos próximos a Jarkov, segunda ciudad del país.