El Ministerio de Defensa ruso afirmó ayer en un comunicado que una “gran cantidad” de armas y municiones extranjeras entregadas a las fuerzas ucranianas por Estados Unidos y países europeos, fueron destruidas con misiles de alta precisión Kalbir, disparados desde el mar contra la fábrica de aluminio de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania.
El vocero del ministerio, el general Igor Konashenkov, dijo además que la aviación operacional-táctica y militar de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia golpeó 59 instalaciones militares de Ucrania durante la noche, entre ellas 50 áreas de concentración de soldados y equipo militar ucraniano, y cuatro almacenes con armas y municiones.
Asimismo, agregó que derribaron un sistema de misiles antiaéreos Buk-M1 en la zona de Sloviansk. Konashénkov señaló también que, como resultado de estos ataques, Rusia mató a más de 120 “nacionalistas” y destruyó 35 vehículos y blindados.
El anuncio se produce tras la reunión, el pasado martes, entre Estados Unidos y unos 40 países europeos, de la OTAN, Asia y Oceanía donde prometieron acelerar el suministro de más y mejores armas a Ucrania para lidiar con la invasión rusa que enfrenta desde hace más de dos meses.