La incertidumbre mundial sobre la situación humanitaria en los puntos críticos de la guerra en Ucrania se elevó nuevamente ayer luego de que el gobierno local acusara a Rusia de violar la tregua decretada de forma unilateral para evacuar la acería Azovstal de Mariupol, en donde se encuentra el único foco de resistencia, mientras las fuerzas ucranianas afirmaron haber retomado el control de algunas zonas en el sur y repelido múltiples ataques rusos en la región del este conocida como Donbass.
La toma de la localidad portuaria del sudeste de Ucrania tiene un valor relevante por lo simbólico, pero también por lo estratégico ya que le permitiría a Moscú dar un paso crucial en sus planes de unir la anexionada península de Crimea con el este ucraniano. Por la mañana, Rusia había anunciado un alto el fuego para abrir un nuevo corredor humanitario durante tres días para facilitar la evacuación de los civiles que quedan en la sitiada Mariupol.
Sin embargo, Ucrania salió a denunciar durante el día “violentos combates” en la metalúrgica Azovstal, último reducto bajo su control, al aseverar que las tropas rusas ingresaron a la planta para finiquitar la toma. “Hay duros y sangrientos combates. Estoy orgulloso de mis soldados por hacer esfuerzos inhumanos para contener la embestida del enemigo”, anunció el comandante de las fuerzas que defienden la planta industrial, Denis Prokopenko, quien acusó a las tropas rusas de “violar su promesa de tregua”.
“Desgraciadamente hay violentos combates en Azovstal. Se perdió el contacto con las fuerzas ucranianas que están dentro de la acería y no hay manera de saber qué está pasando y si están seguros o no”, alertó el alcalde de Mariupol, Vadym Boychenko, al tiempo que recordó que en la planta siguen refugiados centenares de civiles, entre ellos 30 niños, que esperan ser rescatados. Luego, un alto consejero de la presidencia ucraniana, Olexiy Arestovich, aseguró que los rusos que entraron en el complejo fueron repelidos, sin dar mayores detalles.
Sin embargo, el presidente Vladimir Putin dijo que “sigue dispuesto” a garantizar una evacuación “segura” de los civiles, pero instó a Kiev a ordenar a los milicianos que siguen en la planta que “depongan las armas”. Pese a las incertidumbres, la ONU anunció que un convoy de vehículos se dirigía a Azovstal, a donde debería llegar hoy a la mañana para proceder a la evacuación. A la vez, informó que más de 300 civiles ya fueron evacuados de Mariupol y otras cuatro localidades controladas o bajo ataque de Rusia y trasladados a territorio aún en manos de Ucrania.
Simulacros con misiles de capacidad nuclear
Rusia aseguró el miércoles que sus fuerzas ensayaron una simulación de lanzamiento de misiles con capacidad nuclear en el enclave occidental de Kaliningrado, en medio de su campaña militar en Ucrania.
El anuncio se produjo en el día número 70 de la acción militar rusa, que ha dejado miles de muertos (5000 civiles ucranianos, según Kiev) y más de 13.000.000 de desplazados, en la peor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
El presidente Vladimir Putin ya amenazó veladamente con la posibilidad de utilizar las armas nucleares tácticas de su país. Ayer, su Ministerio de Defensa informó que el miércoles, durante unos ejercicios militares en el enclave del mar Báltico -situado entre Polonia y Lituania-, Rusia ensayó “lanzamientos electrónicos” simulados de su sistema de misiles balísticos móviles Iskander, con capacidad nuclear.
Las fuerzas rusas practicaron ataques individuales y múltiples a blancos que emulaban sistemas de lanzamiento de misiles, pistas aéreas, infraestructuras protegidas, equipos militares y puestos de mando de un enemigo simulado, según el comunicado. Tras los lanzamientos “electrónicos”, el personal militar realizó maniobras para cambiar su posición buscando evitar “un posible ataque de represalia”, agregó el ministerio ruso.
Las sanciones de la UE alcanzarán al patriarca Kiril
El sexto paquete de sanciones contra Rusia anunciado este miércoles por la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, propone añadir a la lista negra del bloque a 68 nuevos nombres, entre los que se destaca el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Kiril.
La lista de personas incluye también a un buen puñado de altos mandos militares de Rusia a los que el bloque comunitario considera responsables de crímenes atroces cometidos contra la población ucrania, como el coronel general Mijaíl Mizinstev y el coronel Azatbek Asanbekovich Omurbekov, conocidos como los carniceros de Mariupol y Bucha.
El documento –que debe ser aprobado aún por los 27- sostiene que el patriarca Kiril es “aliado desde hace tiempo del presidente Vladímir Putin” y considera al líder del Kremlin “el único defensor de la cristiandad en el mundo”.