Como represalia contra la decisión de la Unión Europea (UE) de poner un tope al precio del crudo ruso por la invasión a Ucrania, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, prohibió ayer la venta de petróleo y productos derivados a los países que apliquen ese límite.
“El suministro de petróleo y de productos petroleros rusos a entidades jurídicas extranjeras y otros particulares está prohibido” si estas implementan el tope a los precios, informó Putin en un decreto, informó la agencia de noticias AFP.
El decreto, que estará en vigor entre el 1 de febrero y el 1 de julio, establece que la prohibición podrá no aplicarse en casos individuales en virtud de “decisiones especiales” de la Presidencia.
Este anuncio se produce luego de que Rusia advirtiera la semana pasada que podría reducir la producción de petróleo en un rango de 500.000 a 700.000 barriles diarios a principios del año próximo, en respuesta al precio tope para su compra, lo que implicaría una reducción de entre 5% y 6% de su actual producción.
Si bien Rusia es el segundo mayor productor de petróleo del mundo y depende de las ventas de petróleo y gas para sostener su economía, el Kremlin aseguró que el tope de precios no afectará a su campaña militar en Ucrania, y se mostró confiado en encontrar nuevos compradores.