BRUSELAS.- El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, dijo ayer que confía en que todos los independentistas catalanes con causas abiertas en los tribunales por delito de terrorismo serán amnistiados “porque no son terroristas”.
“El independentismo catalán no es terrorismo, como todo el mundo sabe, y con este proyecto de ley estoy convencido, y así lo van a concluir los tribunales, que van a estar todos los independentistas amnistiados”, afirmó Sánchez en una conferencia de prensa tras la reunión extraordinaria del Consejo Europeo en Bruselas, Bélgica.
Esta es la primera vez en que el mandatario se pronuncia públicamente sobre el rechazo del Congreso a la ley de amnistía para los independentistas catalanes, el martes. Ese revés parlamentario evidenció la fragilidad de los apoyos a Sánchez apenas dos meses después de haber sido reelegido y que lo pone en situación de debilidad cuando quedan por delante temas que hacen a la gobernabilidad.
Hasta la semana pasada se preveía que la votación sería un plácido trámite que una vez aprobado concluiría con el retiro de los cargos contra cientos de activistas y dirigentes independentistas por su implicancia en el intento de secesión de Cataluña en 2017, una de las peores crisis políticas de la España contemporánea.
El radical cambio en el panorama parlamentario sobrevino luego de las dos nuevas denuncias que refuerzan el cerco sobre el líder independentista Carles Puigdemont por terrorismo y por atentar contra intereses vitales de España, dos delitos que quedarían fuera de la amnistía. Paradójicamente, la derrota del oficialismo se debió al voto en contra del partido Juntos por Cataluña (Junts per Catalunya) de Puigdemont, que consideró que la medida no blindaba lo suficiente a los separatistas ante los nuevos delitos que se les podrían imputar. Si bien el líder opositor del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, fue el más votado en las elecciones para presidente del Gobierno en 2023, no obtuvo los apoyos necesarios en el Parlamento para lograr la investidura, lo que permitió a Sánchez su reelección. Para ser investido, el mandatario del Partido Socialista (PSOE) logró un acuerdo con grupos regionalistas. El más trascendental fue el que alcanzó con los catalanes de Esquerra Republicana (ERC) y, sobre todo, con Junts, para el que el PSOE tuvo que negociar con el ex presidente catalán Puigdemont, que vive en Bélgica desde hace seis años para eludir su procesamiento por liderar el intento fallido de secesión.
En su intervención de ayer, Sánchez no se mostró dispuesto a aceptar alguna de las modificaciones que sigue planteando Junts. “El objetivo fundamental es que del Congreso salga igual de valiente, reparadora y con las garantías jurídicas para que pueda ser aplicada. Esa es la posición del Gobierno de España”, dijo. Al ser consultado si eso supone que cierra la posibilidad de que haya más cambios, señaló: “Todos hemos cedido”. Y agregó que de esta forma llegaron a una ley “valiente, reparadora y constitucional” y que resulta “clave” de cara a lograr un acuerdo.