El presidente de Corea del Sur anunció esta madrugada que levantará la ley marcial, después de que el Legislativo se pronunciara en contra de la medida decretada horas antes por el mandatario para, según él, proteger al país de las “fuerzas comunistas” norcoreanas.
“Hace un momento, la Asamblea Nacional pidió que se levante el estado de emergencia, y hemos retirado a los militares desplegados para las operaciones de la ley marcial. Aceptaremos la petición de la Asamblea Nacional y levantaremos la ley marcial en una reunión del gabinete”, afirmó el mandatario, Yoon Suk Yeol, en un discurso televisado.
El presidente surcoreano había declarado el estado de ley marcial ayer por la noche, prometiendo eliminar las “fuerzas antiestatales” mientras lucha contra una oposición que controla el Parlamento y a la que acusa de simpatizar con la comunista Corea del Norte. Menos de tres horas después, el Parlamento votó para levantar la declaración y el presidente de la Asamblea Nacional, Woo Won Shik, declaró que la ley marcial era “inválida” y que los legisladores “protegerán la democracia con el pueblo”.
La sorprendente acción recuerda a una era de líderes autoritarios que el país no había visto desde la década de 1980, y fue inmediatamente denunciada por la oposición y por el líder del propio partido conservador de Yoon.
Policías y personal militar fueron vistos abandonando los terrenos de la Asamblea después de que Woo pidió su retirada. Lee Jae-myung, líder del Partido Democrático, que tiene la mayoría en el Parlamento de 300 escaños, dijo que los legisladores del partido permanecerían en el salón principal de la Asamblea hasta que Yoon levante formalmente su orden.
Según la constitución de Corea del Sur, el presidente puede declarar la ley marcial durante “tiempos de guerra, situaciones similares a la guerra u otros estados de emergencia nacional comparables” que requieran el uso de la fuerza militar para mantener la paz y el orden. Era cuestionable si Corea del Sur se encuentra actualmente en tal estado.