La reforma de las pensiones en Francia que impulsa el presidente Emmanuel Macron tendrá esta semana su recta final, con un esperado voto definitivo el jueves pese al rechazo popular y de los sindicatos.
“Esta reforma es de una necesidad perentoria para el financiamiento de nuestras pensiones y la solidez del país”, aseguró ayer Macron. En tanto, las centrales sindicales llamaron a una nueva huelga general y manifestaciones masivas para mañana.
Por su parte, el gobierno inglés también afronta una de las protestas más grandes de su historia. Es que miles de médicos residentes iniciaron ayer una huelga de tres días, siendo la medida de fuerza más grande en el sector, en reclamo de aumentos salariales.
La Asociación Médica Británica (BMA) pide un incremento de haberes del 35%, una cifra que, dice, tiene “perfecto sentido” debido a los recortes salariales del 26% desde 2008 y teniendo en cuenta la inflación en el Reino Unido que superó el 10% anual.
