El continente europeo se encuentra atravesando una ola de calor sin precedentes, en plena campaña turística estival. El panorama se ensombrece con temperaturas históricas y muertes a raíz del intenso calor, como en España que ya suma más de 500 decesos.
El pronóstico no mejora y desde la Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtieron que las olas de calor como la que vive Europa continuarán “al menos hasta 2060”.
El secretario general de la OMM, Petteri Taalas, señaló su preocupación porque el lapso entre los récords de temperatura se está reduciendo. Explicó que “dopamos” a la atmósfera a través de la inyección de más gases de efecto invernadero, sobre todo dióxido de carbono.
Además dijo que se espera “un aumento de las muertes entre los ancianos y enfermos”, tal como está sucediendo. España y Francia están en “alerta roja”, al igual que Inglaterra donde las autoridades decretaron el máximo nivel de alerta.
Las escuelas de varias zonas cerraron y algunas compañías de trenes llamaron a no viajar por el momento. El calor también afecta a la infraestructura y ha deformado vías de trenes. A su vez, el lunes se derritió el asfalto de la pista de aterrizaje en base aérea de Londres por lo que tuvieron que suspenderse vuelos.
Las temperaturas en el Reino Unido rara vez superan los 35°C y el récord más cercano fue de 38.7°C en Cambridge en 2019, siendo el promedio durante el verano de 23 y 24 grados. Mientra tanto, el mercurio no baja y Europa se sofoca.