El presidente brasilero, Jair Bolsonaro, viajó a Moscú, donde se reunió con su par, Vladimir Putin, quien aseguró que trabajarán junto Brasil en la ONU, mientras que el brasilero expresó “solidaridad a Rusia”.
“Estoy muy feliz y honrado por esta invitación, somos solidarios con Rusia, queremos colaborar en muchas áreas como defensa, petróleo y gas, agricultura”, dijo Bolsonaro ante la prensa antes de la reunión que duró dos horas. Luego, el mandatario hizo hincapié en pronunciar varias veces la palabra “paz”, en un guiño sobre la situación de tensión en Ucrania. Cabe señalar que este viaje fue cuestionado por Estados Unidos, que presionó para que no ocurriera, sobre todo por la crisis en Ucrania.
Putin, por su parte, destacó la cooperación entre Brasil y Rusia y destacó que el gigante sudamericano “es el principal socio comercial en América Latina”. Además subrayó el compromiso de ambos países con el “multilateralismo” y anunció que trabajaran en conjunto en la ONU, donde Brasil ocupará una silla como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU durante 2022-23 y reiteró su apoyo para que pase a ser miembro permanente.
Por último, rescató el papel del Brics, “un grupo respetado que desempeña un papel multipolar y de gran peso económico en el mundo”. El Brics está conformado Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Putin intensificó sus contactos con líderes latinoamericanos en el último tiempo. Recientemente recibió al presidente Alberto Fernández y previamente respaldó al polémico mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega. Además, ha mantenido buenas relaciones con los gobiernos de Venezuela y Cuba. Estos acercamientos le sirven a Rusia para desafiar a Estados Unidos y no caer en una imagen de aislamiento provocado por las tensiones militares con Occidente.
En este sentido parecen ir los pedidos por el multilateralismo, algo que también fue sugerido por Putin cuando se reunió con el presidente de China, Xi Jinping, en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno, que contaron con un boicot diplomático por parte de los Estados Unidos.
Además, los contactos con América Latina son bien recibidos –y buscados- por los mandatarios de la región, que cuentan con agendas propias en la geopolítica actual y logran posicionarse a nivel internacional.