Una fuerte tormenta invernal azotó desde la noche del viernes y durante este sábado a las regiones del Noreste y los Grandes Lagos de Estados Unidos, con intensas nevadas que paralizaron los viajes de la temporada vacacional y dejaron a decenas de miles de personas sin suministro eléctrico.
El impacto se sintió con fuerza en el transporte aéreo. Durante la jornada, más de 5.580 vuelos con origen o destino en Estados Unidos registraron demoras, mientras que al menos 860 fueron cancelados, según datos del servicio de seguimiento FlightAware. Los principales aeropuertos del área metropolitana de Nueva York figuraron entre los más afectados por el clima severo.
De acuerdo con la Administración Federal de Aviación (FAA), los vuelos con destino al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy sufrieron retrasos promedio de cerca de dos horas durante la mañana. Las alertas por tormenta invernal se extendieron desde Nueva York hasta Filadelfia, y las autoridades instaron tanto a viajeros como a residentes a extremar las precauciones.
La llegada del sistema climático coincidió con uno de los días de mayor intensidad de viajes del año, ya que para el domingo se esperaba que 2,86 millones de personas se trasladaran por vía aérea, según estimaciones de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA).
Ante la magnitud del fenómeno, los gobernadores de Nueva York y Nueva Jersey declararon el estado de emergencia, exhortando a la población a mantenerse informada sobre las condiciones meteorológicas, posibles cierres de carreteras y a cumplir los protocolos de seguridad.
En tanto, en el estado de Michigan, más de 30.000 hogares y comercios quedaron sin electricidad debido a la acumulación de hielo sobre árboles y líneas de energía, lo que complicó las tareas de las cuadrillas de emergencia.
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