El ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu, y el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, dialogaron ayer por teléfono en medio de acusaciones cruzadas por el incidente entre un dron estadounidense y un avión de guerra ruso sobre el mar Negro, cerca de Ucrania.
La Casa Blanca acusó ayer a la aviación rusa de haber “interceptado y chocado” un dron suyo en aguas internacionales sobre el mar Negro y de provocar su caída, pero el Kremlin negó esas acusaciones y afirmó que el avión no tripulado se desplomó por “una maniobra brusca” al ser identificado mientras se dirigía hacia Crimea, la península ucraniana anexada en 2014 por Moscú.
Luego de la conversación con su par ruso, Austin indicó que dejó en claro que Estados Unidos “continuará sus operaciones en cualquier lugar siempre que la ley internacional lo permita”.