Ucrania pasó ayer al ataque en el frente oriental ruso con fuerzas en combate que apuntan a que ya se puso en marcha su esperada contraofensiva. En esa línea, Rusia afirmó que logró repeler “una ofensiva a gran escala” de las fuerzas ucranianas en la región de Donetsk, en la zona del Donbass, en el este de Ucrania, anexada por Moscú en el transcurso de su invasión iniciada el 24 de febrero del año pasado.
El Ministerio de Defensa ruso indicó en un comunicado que ayer por la mañana repelió ataques en cinco sectores del frente “en la dirección sur de la región de Donetsk”. El parte fue acompañado por un video obtenido en la batalla, en el que vehículos blindados ucranianos enfrentan artillería pesada. En un segundo comunicado, señaló que las tropas ucranianas sufrieron importantes pérdidas cerca de Neskuchne, en la región de Donetsk, y de Novodarivka, en la frontera de esta región y la de Zaporiyia, más al sur.
Por su parte, Kiev puso en marcha una campaña de silencio informativo en el país: la orden es que no debe comunicarse ningún detalle sobre las acciones de su ejército. Pero múltiples fuentes militares rusas, y también observadores extranjeros de referencia, confirman que las Fuerzas Armadas ucranias ya pasaron al ataque en el este, en las provincias de Donetsk y Zaporiyia. Cabe mencionar que gran parte de Donetsk ha estado desde 2014 bajo control de separatistas prorrusos. Se trata de uno de los cuatro territorios ucranianos que Rusia anexó en septiembre pasado, junto a Lugansk, Zaporiyia y Jerson.
Las fuerzas ucranianas están también a la ofensiva más al norte, cerca de Bajmut, una ciudad que Moscú afirmó haber tomado en mayo después de meses de combates mortales.
Mientras tanto, en la frontera entre ambas ex repúblicas soviéticas, pero del lado ruso, la situación seguía siendo tensa debido a ataques procedentes de Ucrania hacia la región de Belgorod, que el Kremlin adjudica a fuerzas militares o paramilitares de su vecino, cosa que el Gobierno de Kiev niega.
Dio inicio la misión de paz del Vaticano
El arzobispo de Bolonia, el cardenal Matteo Zuppi, inició ayer la misión de paz del papa Francisco en Kiev para buscar también “sostener gestos de humanidad” en medio de la guerra entre Ucrania y Rusia.
En el primero de los dos días de trabajo en la capital del país, el purpurado se reunió con el Comisionado para los Derechos Humanos del Parlamento local, Dmytro Lubinets. Acompañado por el Nuncio Apostólico en Ucrania, el arzobispo Visvaldas Kulbakas, Zuppi escuchó de Lubinets y subrayó “un informe especial sobre la violación de los derechos de los niños ucranianos en los territorios temporalmente ocupados por Rusia”.
El informe titulado “Unblossomed”, recopila material informativo sobre las denuncias de violaciones a los derechos humanos que reclama Ucrania, en particular la sustracción de niños hacia Moscú. La llegada de Zuppi a Kiev podría ser complementada por el viaje de otro delegado del Papa a Moscú.