El presidente uruguayo Luis Lacalle Pou rompió una de sus promesas de la campaña electoral mediante una ley que eleva a 65 años la edad jubilatoria en Uruguay, que fue aprobada por el Parlamento y que generó rechazo por parte de los sindicatos y la oposición de izquierda.
Tras más de 120 variantes introducidas en los 304 artículos del proyecto original votado en diciembre por el Senado, la conservadora coalición gobernante de Uruguay aprobó días atrás una reforma que, salvo pequeñas excepciones, aumenta en cinco años la cantidad de tiempo necesario para poder obtener una pensión.
Pese a que en la campaña electoral Lacalle Pou había prometido “no tocar la edad para jubilarse” para no “vulnerar ningún contrato” vigente, el presidente consideró “justa y solidaria” la reforma, en un video publicado por Presidencia de la República apenas se votó el articulado en el Parlamento.
Los cambios de las condiciones de jubilación de los trabajadores en actividad generaron resistencia en los sindicatos y en el opositor partido de izquierda Frente Amplio (FA). De hecho, la coalición de izquierda, favorita para las próximas elecciones, ya anunció que promoverá su derogación si vuelve al gobierno en 2025.
Graves disturbios en Francia
Cientos de miles de personas tomaron ayer las calles de Francia para exigir la derogación de la reforma jubilatoria y conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores, y más de 70 manifestantes fueron detenidos por incidentes.
En ese contexto, el sindicato CGT dijo que más de 2.300.000 de personas participaron de más de 300 marchas en toda Francia para reclamar que no se eleve la edad jubilatoria de 62 a 64 años, una medida que ya fue adoptada por decreto por el presidente Emmanuel Macron pese a meses de protestas.