Xi Jinping obtuvo el pasado viernes un histórico tercer mandato como presidente de China tras una votación formal de la Asamblea Popular Nacional (APN), el órgano legislativo del país, que le brindó su respaldo total y ratificó su condición de líder más poderoso en décadas.
El resultado de la votación de los diputados fue inapelable: 2.952 votos a favor, cero en contra y ninguna abstención.
El mandatario enfrentará el reto de reimpulsar la economía mientras enfrentar un complejo escenario geopolítico dominado por la creciente rivalidad con Estados Unidos.
Por otra parte, la estricta política de “cero-covid” que incluyó confinamientos de ciudades completas y testeos masivos, generó hartazgo social y enormes costos económicos.
Tras crecientes protestas sociales, dio un brusco giro de timón después y retiró la polémica estrategia, no obstante haber resultado de enorme eficiencia sanitaria para contener los contagios.