El presidente chino, Xi Jinping, afirmó este lunes que China y Estados Unidos deben mantener el impulso positivo de sus relaciones bilaterales y seguir avanzando en la “dirección correcta”, sobre la base de la igualdad, el respeto mutuo y el beneficio compartido.
Las declaraciones se produjeron durante una conversación telefónica con el presidente estadounidense, Donald Trump. Xi recordó que ambos líderes mantuvieron el mes pasado una reunión “exitosa” en Busan, Corea del Sur, en la que alcanzaron “importantes entendimientos comunes” y recalibraron el rumbo de la relación, enviando -según dijo- un mensaje positivo al mundo.
Xi sostuvo que, desde ese encuentro, los vínculos entre Beijing y Washington han seguido una trayectoria “estable y positiva”, algo celebrado tanto por ambos países como por la comunidad internacional. Aseguró que la experiencia demuestra que la cooperación beneficia a ambas partes, mientras que la confrontación “resulta perjudicial”.
El mandatario chino señaló que es necesario ampliar la cooperación, reducir la lista de problemas y generar “nuevos espacios” de entendimiento para beneficiar no solo a los pueblos de ambos países, sino también al resto del mundo.
Durante la conversación, Xi reiteró la posición de principios de China sobre Taiwán, enfatizando que el retorno del territorio es “una parte integral del orden internacional de posguerra”. Recordó además que China y Estados Unidos “lucharon juntos contra el fascismo y el militarismo”, y que en el contexto actual es aún más importante preservar conjuntamente el legado de la victoria en la Segunda Guerra Mundial.
Por su parte, Trump calificó a Xi como “un gran líder” y aseguró haber “disfrutado mucho” de su encuentro en Busan, donde -según afirmó- ambas partes acordaron una serie de compromisos que “ya se están implementando”. También reconoció la “importancia central” que representa Taiwán para China.
Ambos mandatarios abordaron además la crisis en Ucrania. Xi expresó el apoyo de China a todos los esfuerzos orientados a alcanzar la paz e instó a las partes involucradas a reducir sus diferencias y trabajar por un acuerdo justo, duradero y vinculante, capaz de resolver las causas profundas del conflicto.









