El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, inauguró ayer la reunión anual del Foro de Davos con un potente discurso donde reclamó, ante los principales líderes políticos y empresariales del mundo, más sanciones contra Rusia a fin de ahogar su economía, un día antes de que se cumplan tres meses de la invasión a su país.
“Ahora es el momento de dar una respuesta. Hay que sancionar a todos los bancos rusos sin excepciones, cortar todo su acceso a la tecnología y a todos los lazos comerciales”, clamó Zelenski por videoconferencia. El mandatario consideró que “debe ejercerse la máxima presión para que cualquier agresor sepa las consecuencias de sus actos. Ese nivel aún no se ha alcanzado”, por lo que reclamó que se incauten todos los activos rusos en el exterior y se destinen a un fondo especial para los afectados por la guerra.
“Debería haber un embargo del petróleo ruso, todos los bancos rusos deberían ser bloqueados, sin excepciones, habría que abandonar el sector ruso de la tecnología. No debería haber ningún tipo de comercio con Rusia” amplió el presidente, quien argumentó que el comportamiento de la comunidad internacional debe sentar “un precedente para ejercer presión” y mantener “la paz durante décadas”. “Si los agresores lo pierden todo, tendrán menos motivación para iniciar guerras”, sentenció Zelenski, que volvió a pedir armas para su país.
“Ucrania necesita todas las armas que hemos pedido, no solo las que se han proporcionado”, dijo en su intervención y aseguró que si las hubiera obtenido en febrero “el resultado habría sido decenas de miles de vidas salvadas”. “Hemos pagado un precio muy caro por no actuar de forma preventiva contra Rusia”, lamentó una vez más, e insistió en que “si (la respuesta internacional actual) hubiera pasado en 2014, Rusia no habría iniciado estas acciones ni se hubiesen perdido tantas vidas”.
Finalmente, el mensaje a los líderes de Davos buscó ayuda para la reconstrucción del país: “Todas las empresas occidentales deben marcharse de Rusia definitivamente y yo les ofrezco que vengan a Ucrania, que desarrollen su actividad desde aquí”, insistió Zelenski, que explicó que “necesitamos 5.000 millones de dólares al mes para funcionar, financiar la guerra y crear un fondo para reconstrucción del país”.
Por lo pronto, de manera simultánea, Estados Unidos encabezó una reunión virtual de 44 ministros de Defensa de los principales países del mundo en una muestra de unidad para hacer frente a Rusia. Se trata del segundo encuentro del Grupo Consultivo de Defensa de Ucrania, creado para la coordinación de la ayuda militar por iniciativa de Washington, que terminó con el compromiso de unos 20 países a intensificar su ayuda militar a Ucrania. “Nuestro esfuerzo está concentrado en hacer todo lo que podamos para fortalecer las capacidades de Ucrania en el campo de batalla y también en la mesa de negociaciones. Y seguiremos haciendo lo que sea necesario para asegurarnos de que logren sus objetivos hasta el final”, aseguró el secretario de Defensa norteamericano, Lloyd Austin.
El mundo superó los 100.000.000 de desplazados
El mundo sumó ayer otra estadística trágica de consecuencias incalculables. Por primera vez, según informó Naciones Unidas, superó el umbral de los 100.000.000 de personas que se refugiaron fuera de los límites de los países donde vivían o debieron abandonar sus ciudades para desplazarse hacia otras zonas aún dentro del mismo territorio nacional, cifra que en los últimos meses creció debido a la guerra en Ucrania.
“El número de personas forzadas en huir de los conflictos, de la violencia, de los atropellos a los derechos humanos y de la persecución superó por primera vez el asombroso límite de los 100.000.000, impulsado por la guerra de Ucrania y otros conflictos mortales”, alertó la agencia de la ONU para los refugiados, Acnur. “La cifra es alarmante, preocupante y aleccionadora. Es una cifra a la que nunca se debería de haber llegado”, agregó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
La guerra en Ucrania está teniendo también consecuencias dramáticas en la pobreza global, que alcanzan a países impensados: en Gran Bretaña, el súbito aumento de los precios de la energía está creado una generación de “nuevos pobres”, ya que una de cada cinco casas ya enfrenta la pobreza por esta razón, cifra que se va a duplicar en octubre, cuando los precios vuelvan a subir y comienza el otoño europeo.
Según la ONU, al menos 1.700 millones de personas pueden sufrir hambruna en 100 países a causa de la falta de cereales que genera la guerra en Ucrania, país que perderá este año casi la mitad de su cosecha de trigo de invierno.