Luego de la pandemia, los hábitos de consumo cambiaron de manera radical en todas las industrias y el lujo no esta exento de ello.
De acuerdo al análisis realizado por el equipo de planning de Another, una agencia global que ofrece servicios en América Latina. Mariana Carreón, strategic planning director de Another, informó que la investigación de su equipo se basó en tres aspectos importantes: primero entrevistaron a un panel online de personas de la generación Z, después realizaron un social listening sobre la perspectiva del lujo desde redes sociales en países como Argentina, México, Chile, Colombia, Brasil, Panamá y Perú y finalmente analizaron reportes, artículos, casos de estudio y tendencias para aportar al tema de manera estratégica y científica.
“El lujo es una de las categorías que sigue siendo muy importante en la vida de todo consumidor, y más en una época donde todavía vivimos restricciones, sin embargo, cuando tenemos ciertos momentos de libertad, soltamos mucho”, dijo Carreón sobre cómo los consumidores se comportan tras las restricciones que ocurrieron por la pandemia.
Carreón explicó que las personas están experimentando mucha incertidumbre, agobio, que les conducen junto con los nuevos valores, estilos de vida y criterios a una búsqueda de experiencias únicas, por lo tanto, requieren momentos de placer inmediato.
Sostienen que el sector del lujo se expandió a un ritmo de dos veces el crecimiento del PIB mundial, y fue hasta el 2020 que por primera vez en varias décadas tuvo un aumento negativo, pero en 2022 logró recuperarse. Además, se estima que para finales de este año podría tener un valor de aproximadamente U$S 400.000 millones de dólares, lo que significa que las personas vuelven a consumir, pero el modelo de capacidad económica muestra tensiones, es decir, que ahora se gana menos dinero, pero siguen gastando y aspirando a mejorar sus estilos de vida.