¿Quiénes ganarán en octubre?

En equilibrio | Por J. Emilio Graglia

¿Quiénes ganarán en octubre?

El domingo 24 de octubre, los argentinos votaremos para renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado de la Nación. Es una de esas elecciones que se llama de medio término”, porque se da a la mitad de un mandato presidencial. En este caso, el mandato de Alberto Fernández.

De acuerdo con el marco jurídico existente, antes deberíamos elegir a los candidatos de los distintos partidos políticos o alianzas electorales. En principio, las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, las Paso, se deberían realizar en agosto. Digo en principio”, porque es muy probable que se posterguen.

Generalmente, las elecciones de medio término sirven para medir el desempeño del gobierno nacional de turno. Esta no será la excepción. En octubre, si bien votaremos legisladores nacionales, también daremos nuestro veredicto sobre la marcha de la gestión del Frente de Todos. En ese veredicto, influirán dos factores: la inflación y la vacunación. 

Sin embargo, de cara al futuro, el resultado de esa votación es muy relativo. Dos ejemplos lo demuestran. En 2009, el oficialismo perdió y, dos años después, Cristina Fernández fue reelegida con el 54% de los votos. Asimismo, en 2017, el oficialismo ganó y, dos años después, Mauricio Macri perdió su reelección en primera vuelta. 

Vistos esos antecedentes, la primera respuesta a la pregunta que titula este artículo podría ser esta: independientemente de la cantidad de votos y de bancas que obtengan el oficialismo y la oposición, ganará el que sepa interpretar el mensaje de las urnas. En 2009, Cristina aprendió de la derrota. En 2017, a Macri lo engaño la victoria.

Composición de la Cámara

Pero, más allá de esa respuesta a mediano y largo plazo, en rigor, ese día ganará el que saque más votos, aunque esto también es relativo. Me explico. La elección de octubre no es una elección de votos, sino de bancas. No ganará ni el que saque más votos ni el que obtenga más bancas en comparación con sus contrincantes: en octubre ganará el que aumente (o, por lo menos, mantenga) las bancas que pone en juego en cada uno de los distritos electorales. Esa será la clave para interpretar correctamente el resultado electoral. Para el oficialismo, eso supone retener la mayoría en el Senado y lograrla en la Cámara de Diputados.   

Córdoba será noticia 

En la provincia de Córdoba, se elegirán tres senadores y nueve diputados nacionales. Las tres bancas del Senado que se ponen en juego son las se eligieron en 2015, mientras que las nueve bancas de la Cámara de Diputados son las que se eligieron en 2017. Es decir, en las dos elecciones nacionales ganadas por Cambiemos. 

En los comicios de senadores nacionales del 2015, Cambiemos obtuvo el 50,23% de los votos, y se adjudicó las dos bancas de la mayoría (una para Laura Rodríguez Machado, y otra para Ernesto Martínez). A su vez, Unión por Córdoba obtuvo el 21,11% y se adjudicó la banca de la minoría (para Carlos Caserio). 

En los comicios de diputados nacionales del 2017, Cambiemos obtuvo el 48,47% y se adjudicó cinco bancas, para Héctor Baldassi, Soledad Carrizo, Gabriel Frizza, Branda Agustin y Diego Mestre. Con el 30,52% Unión por Córdoba ganó tres, para Martín Llaryora, Alejandra Vigo y Pablo Cassinerio. Y, finalmente, con el 9,72%, el Frente Córdoba Ciudadana ganó una, para Pablo Carro.

Así las cosas y atentos a los reacomodamientos políticos del 2015 a la fecha, el venidero 27 de octubre, Juntos por el Cambio pone en juego cinco bancas de diputados y dos bancas de senadores. El Frente de Todos se juega una banca de diputado y una banca de senador; y Hacemos por Córdoba solamente tres bancas de diputados nacionales.

Evidentemente, Juntos por el Cambio es la fuerza política que más arriesga. Para retener sus dos bancas en senadores, debe ganar la elección, independientemente de la cantidad de votos. Es muy probable que eso suceda, sobre todo si se confirma que Hacemos por Córdoba no se integrará al Frente de Todos. La pelea será por la tercera banca.

Las probabilidades no son tan halagüeñas al considerar las elecciones de diputados nacionales. Para mantener las cinco bancas en juego, Juntos por el Cambio debería repetir la formidable elección hecha en 2017. Es muy probable que pierda una o dos bancas, considerando las divisiones internas tanto de la UCR como del PRO, y la falta de un liderazgo claro. 

En síntesis, a siete meses de las elecciones, la duda es quiénes ganarían la tercera banca de senadores y la o las bancas de diputados que podría perder Juntos por el Cambio: ¿Hacemos por Córdoba o el Frente de Todos? Desde ya, como tantas otras veces, Córdoba será noticia. 

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