El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, se vio envuelto en las últimas horas en un fuerte escándalo por los dichos que profirió en relación al caso de una nena de 12 años que fue violada y forzada a una cesárea. El caso conmocionó a la provincia. Un hombre de 58 años violó a una niña y la embarazó. Sin embargo, pese a que el derecho lo contempla, los médicos que intervinieron en el caso se negaron a realizarle un aborto.
Primero, Morales aseguró que la menor “no quiso tomar contacto con la bebé”, y avivó la polémica cuando agregó que hubo muchas personas se mostraron interesadas en la adopción de la recién nacida. Al respecto, declaró que “una familia muy importante” de la provincia tenía interés en adoptarla. Sus declaraciones precedieron a una catarata de críticas por las redes sociales.
El mandatario provincial fue fuertemente cuestionado por sugerir que darían en adopción a la beba a una familia “reconocida”, sin pasar por el proceso legal que el sistema de adopciones requiere. Cabe recordar que de acuerdo al texto del artículo 611 del Código Civil y Comercial de la Nación, “se prohíbe expresamente la entrega directa de niñas, niños y adolescentes por parte de cualquiera de los progenitores u otros familiares”.