Mientras el gobierno nacional se congratula con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el cumplimiento de las metas fiscales a partir del ajuste llevado a cabo, la economía productiva sufre los efectos de la recesión. Y el panorama, a futuro, es desalentador.
Ayer, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, sostuvo que la actividad productiva del país “continuará en caída” y que la recuperación no llegará en el corto plazo. Agregó que “enero y febrero han sido muy malos” y consideró que recién en el segundo semestre, puede observarse un cambio.
Por otro lado, explicó que “en otro momento, había sectores que estaban mejor que otros”, pero ahora la caída “es generalizada”. De acuerdo con los últimos números del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el sector manufacturero experimentó en diciembre un derrumbe de 14,7% y cerró el 2018 con una baja de 5%. En tanto, el martes pasado, el organismo nacional informó que el uso de la capacidad instalada de la industria descendió a 56,6%, el número más bajo desde julio de 2002, cuando el país atravesaba la peor crisis de su historia.
“A principios de 2018 había algunos sectores, especialmente la construcción, creciendo a tasas del 20%, mientras que el resto lo hacía al 5% ó 6%. Ahora la realidad es que están todos con fuertes caídas y un gran aumento de la capacidad ociosa”, alertó Acevedo. Además, el empresario reclamó por la suba de las tasas impositivas para los que se atrasaban porque significa un “golpe muy duro para el sector”.
Finalmente habló de los despidos. Aseguró, por un lado, que en el sector fabril “nadie quiere despedir” porque el personal de la industria está “altamente capacitado”. Acevedo contó que “se empieza por (recortar) horas extras, bajando turnos, adelantando vacaciones y suspendiendo personal” y que la última instancia son los despidos.