El monto se definiría después de conocerse el índice de inflación de agosto, que se difundirá este jueves, y podría oficializarse durante la semana próxima.
«Empezamos a conversar ayer la posibilidad de establecer algún tipo de compensación para los privados como se hizo para la administración estatal», aseguró el funcionario.
Además, señaló que, para definir esa «compensación», en el Gobierno «queremos mirar el índice de inflación del jueves, volver a sentarnos para evaluar la mejor metodología, pero tomamos como referencia el bono que se le dio a los estatales, de 5.000 pesos. Trabajamos sobre eso».
Sica y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, recibieron el lunes a dirigentes de la CGT, quienes reclamaron un bono para los empleados del sector privado.
En declaraciones a radio La Red, el ministro admitió que «el salto inflacionario que estamos sufriendo producto de la devaluación después de las PASO, está generando bastante inquietud por la perdida de salario real».
Pero aclaró: «hay que evaluar muy bien el impacto de este tipo de bono en las pequeñas empresas, porque no solo hay un impacto inflacionario, sino que en muchas de ellas se secó la plaza en términos de financiamiento de corto plazo. Y el bono puede generar un perjuicio».
Los estatales percibieron un bono de 5.000 pesos a través de un decreto de necesidad y urgencia, y la misma modalidad utilizaría la Casa Rosada para beneficiar a los privados, posiblemente a partir del mes que viene.
El Poder Ejecutivo podría autorizar a pagar este plus salarial -que será obligatorio- en uno o varios tramos, según las posibilidades de las empresas, sobre todo de las pequeñas y medianas.