Asediado por los casos de gatillo fácil”, investigaciones penales contra efectivos de alto y bajo rango, la consideración social en permanente descenso, y una inseguridad en crecimiento por la crisis económica derivada de la pandemia, el gobernador Juan Schiaretti decidió el fin de semana pasado retomar la iniciativa política. Por primera vez en sus tres gestiones, resolvió remover a la cúpula policial de la Provincia y designar a una mujer como jefa de la fuerza. En un hecho inédito en 160 años de historia, quedó a cargo de la institución la comisaria general Liliana Rita Zárate Belletti, quien hoy ofrecerá una conferencia de prensa en la que se presentará en sociedad.
Cabe mencionar que el anterior titular de la Policía, Gustavo Vélez, fue pasado a retiro de manera inmediata. En tanto, Zárate estuvo a cargo de Recursos Humanos desde diciembre de 2019 hasta agosto pasado, cuando la crisis por el crimen de Blas Correas la llevó a reemplazar al jefe de Seguridad Capital, Gustavo Piva. Por su parte, el subjefe, Ariel Darío Lecler, era el encargado de Formación Profesional. Como se sabe, Schiaretti, junto al ministro de Seguridad Alfonso Mosquera, recibieron el sábado último en el Centro Cívico a la nueva jefa de la Policía.
Al respecto, el Gobernador señaló que atento a los dolorosos casos sucedidos por el accionar policial, tanto de Blas Correas y Joaquín Paredes, y respetando la investigación judicial, instruí al ministro de Seguridad a que realizara todos los cambios que sean necesarios en la fuerza policial, como así también, las modificaciones en la curricula de formación de los policías conforme lo determinen los especialistas”.
Precisamente, uno de los puntos que más se le criticaban a la postura del Gobierno ante los excesos de la Policía era que no reconocía la necesidad de trabajar sobre la instrucción de los uniformados. En ese contexto, el mandatario provincial dijo que Zárate Belletti tendrá la tarea de servir a la comunidad garantizando seguridad, con una policía formada profesionalmente y profunda vocación de servicio”. No hay palabras que reparen el dolor, cualquier frase es vacía. Lo único que los gobernantes tenemos que hacer es asumir y resolver los problemas”, concluyó Schiaretti.
Por un cambio cultural dentro de la fuerza
Schiaretti no lo dijo en su discurso del fin de semana, pero fuentes del Panal indicaron que la expectativa que abriga el gobernador es la de producir un demorado cambio cultural dentro de la fuerza policial dotándola de un perfil más profesional, con más tiempo de formación y con capacitación permanente. Mejores policías es la consigna”, apuntaron.
Tanto Zárate como su segundo, Lecler, provienen del ámbito de la formación de la Policía, precisamente hacia donde la Provincia ahora parece dirigir sus esfuerzos. Y la figura de una mujer podría actuar como un impulso para romper el paradigma que ha imperado desde siempre en la Policía, una fuerza masculina casi por definición.
Para la oposición, las modificaciones son cosméticas”
Referentes legislativos de la oposición respaldaron la decisión del gobernador Juan Schiaretti de impulsar a una mujer como titular de la Policía de Córdoba, aunque cuestionaron el manejo político del asunto. Al respecto, el legislador Orlando Arduh (Juntos por el Cambio) dijo que el cambio es oportunista”. Celebro que una mujer esté al frente de la Policía. Pero, lamentablemente, creo que el nombramiento es oportunista y no resultado de una verdadera agenda de género e inclusión”.
En tanto, la diputada nacional por el radicalismo, Brenda Austin, sostuvo que poner a una mujer al frente por primera vez en la historia puede ser un hito para resaltar, pero eso no puede correr la atención de la responsabilidad política que existe frente al asesinato de Joaquín, de Blas”. Por su parte, el legislador vecinalista Aurelio García Elorrio solicitó modificaciones más profundas”, mientras que la representante del MST-Nueva Izquierda, Luciana Echevarría, consideró que el problema es profundo como para creer que un cambio de personas o protocolos resolverá algo. Estamos frente a un problema estructural de toda una institución y de la política de seguridad oficial que le fija el rumbo”.