Daniel Scioli, actual embajador argentino en Brasil, se reunió en la jornada de hoy con el presidente de dicho país, Jair Bolsonaro, en el Palacio de Planalto, sede del gobierno brasileño.
Este encuentro surge por la preocupación que ocasionó en Argentina el decreto 10.557 de la República de Brasil en el que se habilitaba una cuota de importación mínima, de forma permanente, de 750 mil toneladas anuales de trigo de países por fuera del Mercosur con un arancel de importación del 0%, un beneficio reservado a los países del bloque.
El embajador trasladó esa inquietud al jefe de Estado brasileño y este miércoles obtuvo el compromiso de garantizar las exportaciones del cereal cultivado en suelo argentino. Así lo expresó en su cuenta de Twitter, donde sostuvo que Bolsonaro «me manifestó que vamos a seguir profundizando nuestra relación, y me dio la tranquilidad que están garantizadas las exportaciones del trigo argentino a Brasil».
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<blockquote class=»twitter-tweet»><p lang=»es» dir=»ltr»>Agradezco al presidente <a href=»https://twitter.com/jairbolsonaro?ref_src=twsrc%5Etfw»>@jairbolsonaro</a> nuestro encuentro y el regalo en el día de mi cumpleaños. <br><br>Me manifestó que vamos a seguir profundizando nuestra relación, y me dio la tranquilidad que están garantizadas las exportaciones de todo el trigo argentino a Brasil. <a href=»https://t.co/2aXrUrSqok»>pic.twitter.com/2aXrUrSqok</a></p>— Daniel Scioli ?? (@danielscioli) <a href=»https://twitter.com/danielscioli/status/1349375908881321984?ref_src=twsrc%5Etfw»>January 13, 2021</a></blockquote> <script async src=»https://platform.twitter.com/widgets.js» charset=»utf-8″></script>
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De esta manera, se entiende que Brasil no disminuirá la compra de trigo que realiza a nuestro país. Esto es un tema importante, ya que el trigo representa el 15% del monto total de las exportaciones argentinas a Brasil, y es uno de los tres principales productos exportados. Además, esta confirmación es un respaldo al hecho de que Argentina no perderá más terreno frente a otros competidores, como Estados Unidos y Canadá, países que en el último año ganaron terreno como vendedores de trigo a partir de la importación brasileña fuera del Mercosur.