Las autoridades del gobierno provincial comenzaron a analizar el escenario en que tendrán lugar las paritarias con el Sindicato de Empleados Públicos (SEP) y la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (Uepc), y las primeras conclusiones apuntan a que las negociaciones podrían tornarse particularmente complicadas este año. Ambos gremios, que suelen sellar acuerdos salariales muy similares y casi en simultáneo, reclaman haber perdido poder adquisitivo durante el 2020. Y las mediciones les dan la razón.
Es que según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la inflación de todo 2020 cerró en 36,1%. Si se toma en consideración que los entendimientos paritarios rubricados por el Centro Cívico con el SEP y la Uepc suman, según apuntan desde los sindicatos, un reajuste total aproximado del 25% a lo largo del año pasado, la pérdida de poder adquisitivo experimentada por los principales gremios públicos se ubicaría en alrededor del 11%.
Se descuenta entonces que ambos sindicatos buscarán una recomposición cuanto menos parcial del salario real de sus representados, y si esto se conjuga con una situación económica adversa no sólo en el presente sino también en las proyecciones, y con una pandemia lejos de haber quedado en el pasado, el escenario se adelanta sumamente complejo. Pero más allá de estos factores, existen adicionalmente otros que prometen complejizar el asunto para los encargados de cerrar los números en el Panal, reveló ayer un informe del diario Alfil.
En el caso de la Uepc, el año electoral complica las perspectivas de cerrar un acuerdo austero y pacífico con los docentes, a los que conduce Juan Monserrat, un dirigente gremial estrechamente alineado con el proyecto político del Frente de Todos y con quien en la provincia vela por sus intereses, el senador nacional Carlos Caserio. Al frente de uno de los sindicamos más grandes de Córdoba, es de esperarse que -a diferencia de otros años- el líder de los celestes” busque tensionar con la Provincia enhebrando un plan de lucha que golpee al oficialismo local en la proximidad de los comicios de medio término.
El caso del SEP es diferente. Si bien su secretario general José Pihen ha adherido al proyecto político liderado por el binomio de Alberto y Cristina Fernández, su respaldo ha sido casi testimonial, y ha cuidado más la relación con el oficialismo provincial. Sin embargo, las paritarias del SEP y la Uepc suelen seguir una suerte bastante parecida, con lo cual es probable que un mejor acuerdo de los docentes termine derivando en un mejor trato para los empleados públicos.
Finalmente, otro factor podría incidir para que el SEP plantee una posición algo más rígida que la del año pasado: el pase a planta de casi 5.000 empleados públicos que tuvo lugar entre fines de 2018 y principios de 2019 ya empieza a quedar demasiado lejos en el pasado como para que el Panal lo traiga a la memoria intentando aplacar las pretensiones del sindicato.