Luego de la reunión entre el Presidente, Alberto Fernández, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para discutir la suspensión de las clases presenciales durante 15 días en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba), el primer mandatario realizó una conferencia de prensa para comentar lo hablado.
En primer lugar, Fernández aseguró que tanto él como Axel Kicillof y Larreta, desean que se vuelva a la presencialidad educativa lo antes posible. Sin embargo, sostuvo que el contexto epidemiológico no lo permite ya que «los datos científicos dan cuenta que el problema no ocurre en los colegios, sino que detrás de la presencialidad de alumnos se genera todo un movimiento social que incrementa mucho la circulación ciudadana».
Además, afirmó que se observa que las curvas de contagio crecieron precipitadamente en el mismo momento en que volvieron las clases presenciales. Sobre esto, agregó: «El mayor incremento de casos se da entre personas de 9 y 19 años. La curva allí es exponencial el crecimiento».
Por otro lado, sostuvo que si bien entiende las preocupaciones del Jefe de Gobierno también aseguró que «tengo una responsabilidad y la voy a hacer cumplir». Además, agregó: «Tengo la obligación de cuidar el Amba». Por esto, confirmó que seguirán adelante con el decreto puesto en marcha y que esperan ganar el tiempo suficiente hasta el 30 de abril.
Sobre las críticas realizadas por un sector de la oposición acerca de que se tratan de medidas improvisadas, Fernández aseguró que tiene «mucha tranquilidad y muchas certezas de que estamos haciendo lo corresponde» y reafirmó que no se tratan de decisiones improvisadas ni antojadizas sino que, por el contrario, se basan en estadísticas y en las opiniones de los expertos en el tema.
Llegando al final de la conferencia, el Presidente fue consultado sobre qué sucederá con quienes se nieguen a cumplir las restricciones publicadas hoy. Al respecto, Fernández aseguró: «A mi la rebelión no. En un estado de derecho las leyes se cumplen. Así no. A los que no les gustan que recurran a la Justicia», en referencia principalmente al sector gastronómico, al que acusó de ser quienes recibieron ayuda estatal durante el 2020 pero que en este momento se oponen a las restricciones.
«Lo de ayer fue muy injusto, muy ingrato y se equivocó»
Una de las preguntas de los periodistas en la conferencia de prensa fue qué opinaba sobre el discurso de Larreta de ayer, donde aseguró que con Fernández «se rompió un mecanismo de diálogo». Sobre esto, el primer mandatario sostuvo: «Se equivocó, no fue feliz lo que dijo, además fue mentira. Creo que ayer estaba muy exaltado hablando a su público. Lo de ayer fue muy injusto, muy ingrato y se equivocó».
Además, aseguró que hoy pudieron «hablar como corresponde, sin exaltarnos» y que tuvieron una «buena charla, con mucho respeto, donde nos pudimos escuchar». En esa conversación, aseguró que le trasmitió su decepción por las declaraciones y el accionar de representantes de Juntos por el Cambio, como lo realizado por Patricia Bullrich.
En tanto, comentó su deseo de seguir trabajando juntos: «Lo invité al jefe de gobierno a seguir trabajando juntos, más allá de las diferencias. Mi vocación por hacerlo es absoluta».
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CABA se dirigió a la Corte Suprema
Por su parte, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires interpuso hoy, minutos antes de la reunión entre los funcionarios, ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación una acción declarativa de inconstitucionalidad contra lo dispuesto por el Decreto 241/2021 en relación a la suspensión de la presencialidad de las clases.
La cautelar es contra el artículo 2 del decreto y plantea al Máximo Tribunal que se le ordene al Estado Nacional que «se abstenga, hasta el dictado de la sentencia definitiva y firme, de llevar a cabo cualquier acto que implique poner en ejecución el decreto cuestionado». En su presentación, el Gobierno porteño sostiene que el decreto «viola la autonomía de la Ciudad» e «implica una virtual intervención federal, porque se arroga potestades sobre competencias locales, en salud y educación».
Asimismo, se indica que la medida «no es razonable» ya que «la suspensión de las clases presenciales dispuesta no se encuentra justificada en datos empíricos, y resulta arbitraria porque obedece exclusivamente a la voluntad de quien detenta el Poder Ejecutivo Nacional».
«Por el contrario, está científicamente demostrado, en el ámbito internacional y local, que el grado de contagio en establecimientos escolares es mínimo», fundamenta el Gobierno de la Ciudad en la presentación ante la Corte.
También manifiestan que lo dispuesto por la Casa Rosada «constituye una clara violación al principio de igualdad, porque se evidencia una discriminación arbitraria con relación a las restantes provincias, que pueden decidir respecto de la continuidad o suspensión del ciclo lectivo 2021».
Sobre este accionar del Gobierno porteño, Fernández aseguró que «no es el modo, no se entrega un conflicto a un juez».
La explicación en el DNU
El Decreto Nacional de Urgencia 241/2021 publicado hoy en el Boletín Oficial con la firma del presidente Alberto Fernández; el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el resto de los ministros, da cuenta de las razones que llevaron a la suspensión de clases presenciales por 15 días.
«Se reconoce sin dudas la importancia de la presencialidad en la actividad escolar, pero la situación epidemiológica en el AMBA demuestra una gravedad que exige la adopción de medidas inmediatas para disminuir la circulación de las personas, con el fin de disminuir, también, la velocidad en el crecimiento de los contagios», dice el DNU en sus considerandos.
El texto habla además de un incremento del 25% en la circulación y el uso del transporte público, y un aumento en el número de casos de coronavirus entre niños y adolescentes. «En momentos de alta circulación del virus, la reducción transitoria de la circulación de personas en el AMBA, relacionadas con las actividades de educación presencial, coadyuva a ralentizar la velocidad de transmisión del virus en un momento de crecimiento exponencial de casos en la región y ante la necesidad de prevenir la saturación del sistema de salud», según se remarca.
Además, se indica que los chicos de 6 a 17 años, entre las semanas 1 a 4 del año representaba el 5.3% del total de casos confirmados, y entre las semanas 12 a 14 representó el 7.3% del total de casos. En tanto, se señala que, al evaluar la proporción de casos que representa cada grupo de edad sobre el total notificado, los grupos de edad de 13 a 18 años y de 20 a 29 años son los que «mayor aumento relativo presentaron en las últimas semanas».
Por ese motivo, dice el decreto, «deberán realizarse los mayores esfuerzos, durante las dos semanas de suspensión de clases presenciales para garantizar el derecho a estudiar con la modalidad virtual, hasta el reinicio posterior luego de transcurrido ese plazo».
Asimismo, en la norma se señala que el Gobierno nacional «comparte el criterio» de que la suspensión de la presencialidad en las aulas debe llevarse adelante «por el menor tiempo posible, tal como han indicado prestigiosos organismos vinculados a los derechos de niños, niñas y adolescentes, como Unicef y la Sociedad Argentina de Pediatría».