Alberto Fernández manifestó este lunes una dura advertencia a la Ciudad, Córdoba y Mendoza por retomar las clases presenciales, y afirmó que esos distritos «están jugando con fuego» y van a «quemar a la gente».
Al cuestionar la decisión de regresar a las aulas pese a estar en alerta epidemiológica, Fernández enfatizó: «Es jugar con fuego. Lamento que ese fuego va a quemar a los argentinos y las argentinas de esos lugares”.
En Alemania, cuando hay 150 personas cada 100.000 habitantes contagiados se suspenden las clases presenciales. En todos estos lugares de los que hablamos, la tasa es de 600 o 700 casos cada 100.000 habitantes: cuatro veces la tasa que marca Alemania para suspender las clases. Por eso nosotros recomendamos suspender las clases», agregó.
Además resaltó: «Marco todo esto para que la gente entienda que no es un hecho caprichoso nuestro. Nosotros no le queremos arruinar la vida a los cordobeses, a los porteños o a los mendocinos. Nosotros queremos cuidar a la gente», recalcó el Presidente, en declaraciones a la prensa porteña.
De esta manera, el Presidente apuntó duramente contra el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, y el de Mendoza, Rodolfo Suárez.
A la vez, el jefe de Estado se refirió a la situación actual del país respecto a la pandemia y manifestó que esta semana los casos «razonablemente deberían empezar a bajar en consecuencia de las primeras medidas restrictivas».
«Los efectos de esas medidas los vamos a empezar a ver mañana. El resultado del confinamiento más estricto los deberíamos ver en dos semanas», indicó el mandatario nacional, que pidió «seguir sosteniendo al máximo la menor circulación posible, que la gente circule lo menos posible por las calles».
«El riesgo perdura, no es verdad que con una o dos semanas de confinamiento se acaba el problema. Es algo más largo y complejo», aseveró.
ABASTECIMIENTO DE VACUNAS
Sobre la llegada de nuevas vacunas, señaló: «La primera vacuna que autorizamos en la Argentina fue la de Pfizer. Lo hicimos porque estábamos convencidos que rápidamente íbamos a hacer un contrato y la vacuna iba a llegar”.
Pero el contrato de Pfizer planteaba cosas que un presidente no puede comprometer. No puedo decir nada porque hubo un contrato de confidencialidad, pero los pedidos eran singulares. Hasta el día de hoy seguimos negociando con Pfizer», añadió.
«El abastecimiento de vacunas poco a poco se va resolviendo. Tienen que llegar vacunas de México, de AstraZeneca, además empieza la producción local de Sputnik V. Si las cosas salen como están previstas, vamos a tener más de 2 millones de dosis de Sputnik a partir de julio», expresó.